jueves, 29 de marzo de 2012

La teoría del testigo



Después de tomarme algunas botellas de vino tinto con una de mis más queridas cómplices, empezamos a hablar de la teoría del testigo, la cual afirma que la búsqueda de un amor, de una pareja, marido u lo que sea, es porque necesitamos un testigo. Si, un pequeño gran testigo de lo que somos y hacemos. A los amigos por supuesto los hacemos partícipes de nuestras vidas, de nuestros logros, pero es distinto cuando se tiene un testigo de tu sueño, de tus sonrisas, de tus enojos. Necesitamos un testigo que confirme nuestra existencia. Somos en función del otro. Interiorizamos solo si hay un referente externo. Es natural.
El testigo se convierte entonces en nuestro mejor amigo, pero también en el peor enemigo. A él no es posible mentirle. Uno mismo puede engañarse, tratar de maquillar las acciones o pensamientos, acomodar las palabras, justificarse, pero el testigo lo sabe todo, es su función, para ello fue creado, amado, buscado. Entonces le odiamos porque nos sabe más que nosotros mismos y también por eso le amamos, porque nos sabe sobre la almohada, bajo el enojo, entre la bruma.
Atestíguame…

JD

1 comentario:

desdemisombra@hotmail.com dijo...

interesante, Jus
un beso atestiguado