miércoles, 26 de octubre de 2011

ROMANZA DEL AMOR RARO




Ella huye de mis manos mariposa nocturna
aletea desnuda al borde del sillón.
Ella nunca fue mía
antes fue de su madre y sus amigas
antes fue de la patria y esas lejanas tierras exquisitas.
Inventó otros amores fue feliz
compartiendo el rumor pausado de otras lenguas
y ciertas explosiones en la mañana bélica.
Entonces tampoco ella era mía
era de la aventura cercana de la muerte
y de otras aventuras más cercanas.
Ella nunca fue mía y sin embargo
quizás nadie fue mía como ella
ni yo tuve insistencia más rara que su amor.
Porque arqueaba su espalda y yo resplandecía
me tragaba su lengua dentelleaba.
En las tardes ardientes aún sueño nuestros cuerpos
el humo del cigarro
el rocío final
y entonces sé que ella fue mía a su manera
y eso basta.

ODETTE ALONSO YODÚ
(Santiago de Cuba, 1964)

jueves, 6 de octubre de 2011

El amor no existe...tu si






Entre un centenar de personas unos ojos buscan otros ojos y cuando hacen contacto, las otras noventa y nueve personas desaparecen.

En el cine una cabeza busca un hombro y durante ese segundo tiene la certeza de que no hay mejor lugar en el mundo.

Una mano dormida, busca a otra mano dormida aunque las dos duerman su propio sueño.

Un gesto, una mueca, un ademán, característico y único en el otro, se convierten en el detonante automático de una sonrisa propia.

El mejor tratamiento y la mejor medicina, es saber que su mano, sus ojos y su silencio te acompañan mientras tu dormitas.

Una noche de navidad o un cumpleaños no existen sin un abrazo y una voz en específico.

Unos dedos que se enredan en el cabello, son el mejor somnifero para la noche de los miedos.

...si el amor se acaba, o cambia, o se cansa, no importa, porque existes en el instante en el que tu orgasmo se derrama sobre mi vientre y son mis brazos los que te regresan a la superficie de la vida...

JD