lunes, 13 de abril de 2009


Inevitablemente despierto distinta si te apareces por mi mundo durante las horas de la noche. Me palpo el cuerpo adormilada y encuentro tu presencia a veces real, a veces imaginaria, a veces solo la nostalgia de andarnos rondando, pero inevitablemente despierto distinta después de saberte. A veces pienso que por eso no te acercas a mi mundo, esa debe ser la causa de que aparezcas solo como recurso nocturno y no llegues nunca a tocar mi vida, la real, la de las mañanas de oficina y tardes de hastío. Solo te asomas a mi sueño, me abrazas sin despertarme.
He venido buscándote estos días, el silencio es la única respuesta, la distancia, mi voz sin tu nombre, mis días sin tus sonidos. Finalmente pienso que seguiré buscándote, o buscándome en ti. Es inevitable, estoy cosida a ti, así que busco en los reveses de mi piel para encontrar las puntadas de tu historia. Creo que jalaste el hilo, tengo en las piernas marcadas las guías de tus besos, pero no encuentro la línea que me acerque a ti. Sigo buscando. Inevitablemente.
JD

viernes, 3 de abril de 2009

…pero que ojos, Dios Mío…
En mis ires y venires en tiempos recientes he despertado una manía compulsiva por tomar fotografías. Recorro las callecitas, los atrios eclesiásticos, las banquetas y de repente algo me atrae y disparo. No pretendo nada, ni siquiera aparecer yo en la imagen, es solo la estúpida intención que quedarme con la muestra palpable de aquello que llenó mis ojos, como la prueba infalible de que eso existe mas allá de mi mirada. Finalmente estoy tratando solo de guardar instantes, antes de que se pierdan en el vacío de mi memoria. Imágenes que me sirvan como guía para revivir la temperatura de mi piel, el sonido de una calle, un sabor en mi boca. JD