lunes, 31 de agosto de 2009

Soy lo peor...



“No es suficiente, pero es lo que hay”, así versa la frase.
Cierto.
Nunca es suficiente, pero también es cierto que siempre puede ser mejor.
Son las doce de la noche, llueve, pienso.
Me voy desmenuzando en este sillón, me voy convirtiendo en gotas como las que resbalan frente a mi. ¿Cuánto tiempo he perdido dando explicaciones de mi misma?
Ser humano.
Sexo femenino.
Cuatro extremidades.
Ojos y pelo negro.
Lunares. Muchos.
Fumo. Si.
Tomo. Si.
Lloro. Muchas veces.
Rio, cada vez que puedo.
Espíritu, libre.
Amante de la vida, las sensaciones y la naturaleza.
Buscadora incansable.
Repito: No es suficiente, pero es lo que hay.
JD

jueves, 27 de agosto de 2009

Casi un año mas


Me quedan algunos días para cumplir un año más.
Me quedan espacios por llenar en estas paredes que empiezo a conocer.
Me quedan calles, cafés y bares por visitar en esta urbe.
Me quedo yo.
Cumplo años. El último veintitantos.
He recorrido varias ciudades, he visitado otros países, me he subido al metro, a una bicicleta, a un barco y una piel. He comido grillos, bebido tepache y he ordenado una pizza porque no tengo ganas de salir. He llorado sola y colectivamente. Me he esfumado de la oficina para verte, recorrido distancias para escucharte y me has despertado al teléfono sólo para decirme entre sollozos que la vida te va mal. Te he despertado con un beso, sonreído al verte aparecer y he tomado tu mano en el cine. Tengo en mi bodega al menos cinco amigos que correrían a mi auxilio si tuviese alguna crisis, sea ésta importante o no, varias buenas historias para contarle a quien quiera escucharlas y más de tres secretos de los que ni yo me acuerdo.
He bailado en la calle, leído mas de diez libros y puedo disfrutar de una buena ópera y un buen vino. Hoy puedo decir cual es mi tipo de música favorita, renunciar a ganar en una discusión, cargar a un bebe con seguridad y abrazar a un amigo en silencio mientras llora por amor. Aprendí a decir: no quiero, no me gusta y no puedo.
He visto un amanecer, un atardecer y la noche llena de estrellas sentada a la orilla del mar.
Asi que hoy, que me quedan unos días para cumplir años, sólo puedo pensar en todas las cosas que aún me faltan por hacer, por vivir, por sentir.
Sigo en el camino de la vida y eso… siempre es bueno.
JD

martes, 11 de agosto de 2009

Precipicio


Y entonces me aventé.
Me detuve en el borde de sus labios y sin pensarlo brinque al precipicio.
(otra vez).
Si supiera lo que se siente al volar, diría que volaba. Era como estar suspendida.
Cerrando los ojos.
Bailando tranquila en un cuerpo,
en una cama, en los minutos detenidos, robados,
para asirme a una espalda,
para abrir los ojos y ver otros ojos abiertos, dilatados, rendidos.
Para unir manos, encontrar recovecos, acomodar piernas y palpar miedos.
Si supiera lo que se siente al volar, diría que volaba.
Era como estar suspendida.
Y si.
Me quede suspendida, pero al borde de todas las preguntas.
De mis preguntas, de sus preguntas
El silencio antes compartido se tornó incomodo.
Ahora ya no floto, caigo vertiginosamente.
También de sus labios.
JD