jueves, 12 de junio de 2014

Voces al aire



 

Me he sentado aquí a esperar, a hacer tiempo  cosa rara porque nadie hace tiempo.
Pero yo lo hago, al sentar al recuerdo conmigo  esta tarde a tomar café, a extrañarte y a convencerme de no hacerlo. Construyo minutos al preguntarme que, o donde o que parte de ti me es tan extraña  ahora, como para que sea necesario traer a mi oído el recuerdo de tu voz, a hacer tiempo bajo el silencio de la lluvia.
Necesito llenar la tarde con un  tiempo que no tuvimos ni tendremos.
Y como la memoria es selectiva, engañosa  y  de fácil acceso, voy llenando con humo de cigarro los espacios vacíos,  paliativos para mi corazón, justificaciones para mis heridas,  apegos para mi soledad,
y al final
algunas posibles respuestas para convencerme, para responderme , para descifrar el enigma
de  tu ausencia.


Hicimos tiempo.

 
JD

Repeticiones







Cualquier día fue suficiente… el nombre de una avenida que no importa, el color de un pantalón que es totalmente irrelevante, los nombres elegantes que nos  quitamos.

Las historias que se esconden detrás de los dientes son, las que nos intrigan.

Y nos leemos, nos olemos, nos  confiamos algo, lo que sea, para iniciar la trama, la historia, el tejido, cualquier pretexto es bueno para empezar, pero  buscamos algo importante, algo que nos signifique, el nombre de la maestra de segundo grado o la manía de acomodar las naranjas bajo los limones… seremos amigos….

La boca nos lleva a la espalda, el aliento al gemido y finalmente, la mutua compañía a  la ausencia de sabernos unos, sin los otros.

Penderemos del frágil sueño del amor, mecidos en la luna,

ciegos…

Pero abriremos los ojos, resbalaremos de las nubes, aterrizaremos en la avenida….cuyo nombre no importa… y buscaremos otros ojos y encontraremos otro aroma y vendrá otro amigo, otro cómplice, dos nuevos solos, alejados de nosotros…

JD

Elemental


 
 
Es fácil, después del primer escalón de Maslow me basta un café, un buen libro y un paquete de cigarros, tu cabeza sobre mi hombro izquierdo, un atardecer bajo la sombra de tu abrazo o la luna desde la orilla de tu espalda, un vino a deshoras, mi vientre recostado  con tu espalda, nuestras bocas abiertas y la certeza de cerrar los ojos.
Lo elemental, sólo eso….


JD

Maléficas


 
 
Los cuentos de hadas siempre han sido y serán una forma bastante efectiva de transmitir conocimientos. Bettelheim, en su Psicoanálisis de los cuentos de hadas, afirma que: “A través de los siglos (si no milenios), al ser repetidos una y otra vez, los cuentos se han ido refinando y han llegado a transmitir, al mismo tiempo, sentidos evidentes y ocultos; han llegado a dirigirse simultáneamente a todos los niveles de la personalidad humana y a expresarse de un modo que alcanza la mente no educada del niño, así como la del adulto sofisticado”. De ahi que contar cuentos no sea solo inventar historias, algo detras de ellos se esconde.

Quiza por ello me parece que,  el cuento “nuevo”  de Maléfica, que nos presentan ahora en el cine, debiera ir mas allá de la admiración de la carnosa boca de la Jolie y los fabulosos vestuarios. ¿el amor verdadero existe o no? Esa es la premisa inicial que da pie a más de dos interrogantes interesantes. ¿Quién cuida de quién? ¿Qué tanto estamos dispuestos a dar? ¿somos una sola persona o podemos mutar reaccionando a las otredades que nos rodean?

En resumen y como diríamos en mi pueblo, a Maléfica le paso como a la burra “no era arisca, la hicieron” Maléfica, era buena, con un futuro prometedor y feliz. Conoce al plebeyo con aspiraciones a rey  quien, quien se enamora de sus bellas alas y claro, como es de esperarse, para obtener el poder que desea….se las corta. Maléfica, traicionada, y sin alas se hace “mala” sin embargo no puede dejar de amar, ni encontrar otro objeto de amor. Porque pese a las grandes heridas, la vida siempre  fluye.

Al final, porque recordemos que este es un cuento de hadas, después de luchar, gritar, pelear, llorar y todos sus incluidos etcéteras, el amor personalizado sin pretenderlo,  le regresa a Maléfica sus alas, su felicidad y su bondad. Es decir que cuando ama y es amada, ya no puede ser  mala. Porque el amor sana, porque el amor salva.

Entonces, ¿Cuántas Maléficas hay por ahí?
JD