viernes, 11 de diciembre de 2009

El respeto al derecho ajeno es, si no la paz, al menos no la guerra.


¿Dónde está el respeto señores? Digo esto porque así como fichas de dominó se han venido presentando hechos que me han sacudido, que me han hecho pensar que de plano poca gente respeta al otro en toda su dimensión, pero lo que es peor es que pocas personas tenemos respeto por nuestra propia intimidad. Y las personas que defendemos ese espacio vital nos convertimos entonces a los ojos de los demás en seres fríos, calculadores y egoístas.
Empecemos por algo sencillo: La puntualidad. Para mi hay pocos actos mas irrespetuosos que ser impuntual, creo que aquel que llega tarde a una cita se roba el tiempo de la otra persona, ¿Quién demonios se cree como para quitarle minutos a los demás? El tiempo es nuestro recurso mas valioso, ¿Por qué alguien cree que su tiempo es mas importante que el mío? Asi que por favor, respeten la vida de los demás . Y ahora que digo esto, de respetar la vida de los demás, pienso también en otros actos como ese de exigir explicaciones, resulta que para ser considerado como un buen amigo, un buen compañero uno tiene que andar por la vida dando santo y seña de sus pasos ¿Por qué? Si a veces yo no puedo explicarme a mi misma, porque tengo que hacerlo con los demás. Lo peor de todo es que lo hacemos y nos sentimos mal si no compartimos algo, cuando en realidad es que compartir debe ser un acto voluntario, no el resultado de un interrogatorio judicial. Y tampoco es que al hacer pública la agenda personal esto asegure relaciones interpersonales más valiosas ¿o si? Finalmente he pensado mucho en el respeto físico, cuando digo NO, es no, cuando digo SI es si y me vale lo que piensen. ¿Cómo puede uno decir las cosas más claras? Hace días mientras me tomaba una cerveza estacionada afuera de la casa de una amiga, vino un tipo corriendo, se metió casi por la ventanilla de mi auto y me tocó los senos con tanto frenesí que me los dejó morados. Entre el susto, el asco y el coraje, apenas alcancé a vociferar “imbécil”… CARAJO!! Como decía mi abuelita “para eso son pero se piden” y claro pedirlo tampoco asegura un SI. Al final pensé que fue un acto bastante estúpido, seguramente ni el sintió placer y a mi lo único que me generó fueron moretones. ¿Por qué transgredir?
Respeto señores, mas respeto…
JD

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