jueves, 24 de febrero de 2011

Sería bueno...


Seria bueno un día amanecer y no recordarte. No pensar por ejemplo, que haces falta en el café de la mañana. Sería bueno que mi día transcurriera sin buscar tu nombre o que escucharlo me fuese tan trivial como cualquier otro, como el nombre de un desconocido y no como la palabra que me lleva inmediatamente a sensaciones y lugares. Sería bueno andar la tarde sola y encontrarte, decirte: hola y que sonrieras por educación y enamorarme, o conocerte en un bar lleno de humo y lanzarte un ¿Bailamos? y que dijeras que si o tal vez algo más simple, como invitarte un café a la salida de un cine, contarnos las historias, quedar para otro día, pasarnos los teléfonos. Tender una línea de comunicación. Entonces me conocerías ahora, a esta, la de hoy y quizá podrías quererme como soy y no añorar lo que fui. Quizá yo sería mejor para ti y tú mejor para mi, o quizá seriamos algo que no fuimos, algo que no podemos ser. Pero algo mejor para los dos extremos. Y no esta madeja de recuerdos y castillos en el aire que se rompen al mencionarse. Me gustaría encontrarte hoy o mañana, cuando ya he aprendido muchas cosas o al menos algunas que hubieran evitado la catástrofe, quisiera que fueses mi segundo amor (al que se le quiere mejor) y no el primero (al que se le quiere mas), porque entonces todo sería mas fácil. Y yo no andaría como ahora buscando en mi bolsillo dos explicaciones para mi existencia o tratando de sacar las culpas del cajón. Sería bueno amarte con la tranquilidad de mis treinta, abrirte el vagón de mis recuerdos sin que te suenen a pasado, contarte mis aventuras de los veintes y mis travesuras de la infancia. Reconocerme frente a ti Sería bueno chocar en una calle, mirarnos, encontrarnos y dejarnos caer otra vez por vez primera. Yo saltaría al vacio por tu mirada ¿y tu?

JD

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