miércoles, 8 de diciembre de 2010

Estrellas


Aún en estos días tristes y violentos, cualquiera puede comprarse una estrella. En medio de la plaza un joven lleva atados en las piernas y en los brazos racimos de estrellas rojas, verdes y amarillas. Un muchacho compra una estrellita para su novia que dice “Te quiero” en letras rojas. Ella le regala un beso. El globero guarda los veinticinco pesos en su cartera.
Hoy eso cuestan las estrellas.
Voy a comprarte tres…
JD

Estribo


Karla me ha mandado unos osos. Le gustan porque puede abrazarlos por la noche, porque le significan ternura o un recuerdo de la niñez casi perdida. Yo le platico de Estribo mi oso de peluche, el que me dio mi madre con todo y nombre. Estribo, para subir, para poner los pies en algo firme, para apoyarme y porque no, también para abrazar en la noche. Resulta interesante que aparezca el recuerdo de Estribo justo ahora, cuando yo necesito un impulso, cuando cualquier escalón sería aprovechable, eso incluye abrazar por la noche.


Algunas veces, estos “estribos” no los de peluche, sino los otros, los que nos dan la certeza de pisar en sólido, son lo único que nos mantiene de pie: una promesa, una mano envuelta en la nuestra, un cepillo de dientes, dos tazas de café. Pero cuando perdemos literalmente los “estribos”, los controles, las certezas, es necesario regresar incluso a los osos de peluche, a construir nuevas promesas, volver a subirnos a la vida impulsados por otros ojos, buscar con los dedos de los pies para ver si nos queda algo de raíz.


Para mi, esta noche, todo estriba en los recuerdos, la única certeza posible la tengo en el pasado, (que no existe), quizá mañana pueda amarrarme a una estrella, pero mientras eso sucede abrazaré a Estribo, finalmente para eso me lo dio mi madre.

Gracias Karla, por la imagen y el recuerdo...


JD

martes, 7 de diciembre de 2010

El adiós

El adiós es un hoyo negro, absorbe en su vacio la historia nuestra.

¿Cómo cabrán en cinco letras nuestros 3654 días?

La gravedad oscura se traga las miradas, los orgasmos, los domingos y lunes, el códice que inventamos desaparece y sólo nos queda el silencio.

Que vacio…

Ni un atardecer, ni una llamada, ni nos duele el pasado, ni las infidelidades, ni las pijamas a cuadros, ni una casa.

JD

martes, 23 de noviembre de 2010

Fase Uno


Estamos en el proceso de encontrarnos, en esa fase en la que nos decimos cosas como: “no me gusta mi segundo nombre” , “tengo ganas de aprender a tocar el piano”, “no me gusta ir al cine” , aquí donde vamos a decirnos todo aquello que queremos que el otro conozca, (la verdad ya llegará más tarde), también nos lanzamos miradas y preguntas medio escondidas para saber si ambos estamos en la misma carrera, si estamos buscando lo mismo o son sólo autoengaños. Algunas veces, hacemos los comentarios subversivos del pasado, hemos aprendido por experiencia propia que no debemos hablar del pasado, pero lo hacemos, es inevitable, es la única manera que tenemos de justificar nuestra soledad, finalmente ¿si somos tan perfectos, porque alguien nos dejaría? También compartimos otras cosas: pequeños secretos, aventurillas, anhelos y deseos escondidos u olvidados, anécdotas divertidas, hacemos la promoción de ese “yo” que queremos que el otro descubra. Ponemos las reglas básicas del juego, las más importantes, las inviolables. Después, después vendrán las caricias provocadas, esas que se imaginan tras las frases: “tengo un lunar en la espalda”, “me hice una cicatriz en la rodilla”, “me gustan mis piernas”, vendrán los roces provocados, las miradas sentidas en la espalda…el deseo. Y si todo sale como no lo hemos planeado, un día, a eso de las siete de la tarde, estaremos tan cerca, que nos será inevitable besarnos.
JD

martes, 16 de noviembre de 2010

Festejarnos, dolernos...


Para siempre…. esa fue la premisa…. ¿el resultado? Para siempre, como sea y como seas y como yo sea. Ver a alguien a quien amas con la distancia del pasado es como volver a amarlo, con todos los detalles, con todas las manos, con todas las peleas, con todos los silencios, con todas las despedidas. Como dice Josean “hoy deberíamos dolernos o festejarnos” pero simplemente nos quedó un recorrido en auto, la premura, el beso amistoso de la despedida. Sin extrañarnos más allá de lo políticamente correcto, porque sabemos que “por ahí andamos”, rondándonos, pensándonos, amándonos de alguna manera, de la mejor manera: esa en la que somos constantes, cómplices, comunes. Por eso cuando cerré la puerta del auto no miré atrás, porque iba a encontrarte de alguna manera, en el café que me tomé sola, en los poemas que le leí a la silla vacía, en el silencio que se hizo cuando la radio dijo “que maldigan, si no han probado la noche en sus brazos de sol”.
JD

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Jardines, parques y tú...


He tenido la fortuna de conocer varios pueblos de México, siempre me ha gustado recorrer el jardín principal, rodeado casi inevitablemente de un lugar rico para desayunar, la presidencia municipal y un sitio de taxis. Recuerdo esos pueblos en los que todavía los domingos por la noche las mujeres caminan en un sentido alrededor del jardín y los hombres en sentido contrario, como anticipando el destino con el juego amoroso. En Colima hay muchos jardines, Karina los llama parques y eso fue en un principio la resultante de horas de espera y horas de gasolina gastadas sin sentido. Hoy fui a sentarme a uno de esos parques, el primer lugar que conocí de la ciudad y que me ha marcado con un poco de sentimentalismo. Eran las cuatro de la tarde, la gente regresaba a casa o al trabajo, yo esperaba a Armando, finalmente después de tres citas fallidas esta era la definitiva, así que me senté en una banca frente a una estatua de un señor leyendo el periódico, pensé que debía ser un personaje importante, así que no me atreví a preguntarle a los colimotes quien era, tienen tan arraigado su amor por esta tierra (y con mucha razón) que no podía ofenderlos con mi pregunta fuereña. Aquí las cosas son distintas, la luz se pasea con calma sobre las palmeras, las flores tropicales, los helechos y las enredaderas que a fuerza de intentarlo, han llegado hasta las copas de las parotas, ¡Cuánto verde! Pienso en mi isla, en los azules del mar, los rojos de los cielos, la oscuridad de la noche. Pienso en la soledad, en los amores, en las confesiones, en el minuto de silencio que debí guardar y las palabras que brincaron de mi boca para poder esconderte en mi mirada. Eres como las velas de mi barco, no me sostienes pero guías mi ruta. Y heme aquí esta tarde, leyendo, pensándote y esperando a Armando.

JD

domingo, 7 de noviembre de 2010

A la izquierda


A la muerte siempre la tenemos cerca, como diría Castaneda “La muerte es nuestra eterna compañera” pero desgraciadamente, lo olvidamos, como casi a todo lo que tenemos cerca. Además de que hay tanta violencia, tanta muerte, tanta tristeza en nuestra realidad, que preferimos prender la computadora, abrir el facebook, irnos de parranda, evadirnos, olvidarnos de que el mundo se está cayendo a pedazos y nosotros con él. Eso es aun más triste. Ha muerto un amigo, a todos nos duele, nos lastima, su ausencia, su partida y nos sentimos tristes, ya no lo tenemos, ya no podremos verlo, abrazarlo, reírnos con él. Tengo el corazón apachurrado o el área de mi cerebro en la que se establece el dolor inflamada, pienso en él, en las veces que pude llamarlo, verlo, ahora, es demasiado tarde. Eso me lleva a pensar en todas aquellas personas que he matado y que me han matado a lo largo de sus vidas. ¿Habrá alguna sensación así el día en que nos sea imposible realmente encontrarnos? ¿A cuántas personas hemos dejado en el cajón porque estábamos tan enojados, tan dolidos, tan ocupados y los fuimos dejando ahí, hasta que se murieron? Que idiotas somos de pensarnos eternos. Que grande este amigo mío que con su muerte me hizo recordar que estoy viva. Porque también sucede que, por imposible que parezca, lo olvidamos. Nos vamos llenando de cosas, de compromisos y dejamos que las circunstancias definan nuestras vidas y el día de mañana nos despertamos un día pensando ¿Es esto lo que realmente quería? Yo, de alguna manera intento vivir, con todo y contra todo, me obligo a observar la vida, las caras de la gente, sentir el viento, el sol, hacer lo que me gusta, sentirlo todo, amar, aventarme a mis abismos, dejar ir, ser feliz. Gracias Antonio, por detenerte en mi vida, por los recuerdos, por las risas, por recordarme que aún estoy aquí. Descansa en Paz.
JD

viernes, 5 de noviembre de 2010

El club de Toby


Robert ha traído su libro de poemas de T. S. Eliot, Victor ha traído dos traducciones al español del mismo. Leemos en orden, la versión original, la traducción uno, la traducción dos. Al final nos quedamos en silencio. En trance.

¿Qué más se puede hacer después de escuchar:


Between the desire

And the spasm

Between the potency

And the existence

Between the essence

And the descent

Falls the Shadow
……?


Yo pienso en ti. Irremediablemente. Debimos haberlos leído, aquella noche o la otra. Sigo escuchando la voz de Victor en off, pero mi mente se ha perdido en el tiempo, en la noche calurosa, en el recuerdo. ¿Será que algún día voy a sentarme a leerle esos poemas? Lo mejor de la noche es, que todos nos hemos hipnotizado, la voz de Robert nos ha traído a Eliot en su idioma original, por unos momentos desaparecimos y nos hundimos en el abismo de las palabras, en el ritmo de esta poesía en su lengua natal. Después de un largo silencio, de mi suspiro inevitable, de aterrizar otra vez en este mundo, mis poemas tímidos saltan a la mesa. Debí leerlos antes de evocar a T. S. Eliot, jajajjajaa. Te dejo un regalo:


There will be time, there will be time

To prepare a face to meet the faces that you meet;

There will be time to murder and create,

And time for all the works and days of hands

That lift and drop a question on your plate,

Time for you and time for me,

And time yet for a hundred indecisions,

And for a hundred visions and revisions,

Before the taking of a toast and tea
T. S. Eliot
JD

sábado, 30 de octubre de 2010

Calle...


Ahora con Horacio en el hospital, he tenido la oportunidad de caminar esta ciudad llena de árboles enormes y plantas que se asoman a cualquier provocación. Claro que extraño a Horacio, la comodidad y la rapidez, pero su resfriado (pulmonía) me obliga a recorrer a suela viva las banquetas y es que caminar una calle, conocer la ciudad a pie, es casi tan emocionante como desnudar un hombro, como meter la mano bajo la sábana y hacer contacto con otra piel. Andar en auto nos impide ver la cara de las gentes, los detalles de las casas, las elevaciones que se forman en las banquetas porque a los árboles les vale madre que pongan límites y crecen sus raíces hasta romper el cemento. Esta tarde he seguido a una ardilla de cerca, ella camina como malabarista por la orilla de una barda con mucho cuidado, hace equilibrio con la cola y voltea a todos lados, de repente una lata de coca cola interrumpe su paso, se queda quieta, regresa un poco, se inquieta, no sabe qué hacer, decide bajar, brinca y camina unos cuantos centímetros a mi lado, después trepa otra vez. Odié esa lata de coca cola. En una esquina me topé con un hombre mayor, dormía sentado en una banca de cemento, el olor a mugre, a fétido era casi insoportable, estaba rodeado de botes y bolsas de plástico, ¿dónde está su gente? ¿dónde estamos los humanos?
La vida está ahí, afuera, en la calle, sobre las banquetas, ahí donde he visto chavos bailando, haciendo batucada, ahí donde ayer escuché jazz , ahí donde la loca del pueblo se mecía al ritmo de “I will survive”, ahí donde la ciudad late, vibra, siente, duele.

miércoles, 27 de octubre de 2010

AbraSo


Después de sumar las horas de madrugada en la carretera, después de sumar las monedas para el viaje, después de juntar las respuestas a las preguntas esperadas, después de ver a mi madre esperando despierta a su Mafalda y preguntarnos por nuestras vidas, las comunes y las ajenas, por los amores y las circunstancias, después de llorar y reír como hembras que han luchado con la vida a cuestas. Después del desayuno con Josean en el que nos sobró café y nos faltó plática. Después de llegar al teatro, de los bailarines, de la desesperada búsqueda de camerino y espacio para ensayar, del olor a brea, gomina y maquillaje, aparece ella. María corre como desde otra dimensión y se abraza a mi como buscando refugio. Lloramos.
¿Quién se refugia en quien?
¿Quién es la niña, quien la mujer?
Y nos quedamos así, abrazadas, llorándonos, cada quien por sus cosas, por sus luchas, por sus miedos.
Abrazo, abraso…

Colgadas una de la otra nos convertimos en todas las causas y soluciones que nos atañen, somos una para la otra, por un segundo, el ancla que nos mantiene, la madre lejana, el padre perdido, el amor descalabrado, la ilusión de unos ojos, la amiga que nos duele, la hermana pequeña, la hermana lejana, la vida que late, la soledad que se nos hace evidente. Pero somos también un par de brazos, brazos ajenos a los mios, que en este momento me reciben, me arropan, que no preguntan, que solo me envuelven y reciben a su vez mis brazos, y no hace falta nada más.
Después, después, después vino la llamada, el café, el público, la risa, la placidez, la sonrisa… me quedé con el abrazo, de esa hermana mía mujer convertida, que me sigue desde la distancia con sus convers y su piano, caminando por su vida.
JD

domingo, 24 de octubre de 2010


Te devuelvo tus manos
y libera tus tierras de mis nombres
de nada le sirve al corazón
fragmentos de ti.
Ya después total
si vuelves a tiempo
vuelve toda y total.

FITTE

domingo, 26 de septiembre de 2010

En la doliente soledad del domingo...

Yo no sé cuanto se habrá hablado o escrito sobre el tema, seguramente mucho. Lo que sí sé es que la “soledad” es un sentimiento que nos visita a todos al menos alguna vez. ¿Cómo puede alguien sentirse solo en este mundo en el que ya casi no cabemos? Dice el diccionario que la soledad es “aislamiento o confinamiento, falta de contacto con otras personas”. Entonces, ¿porqué ayer, sentada en el sillón de un bar repleto de gente me sentía tan sola? Me confieso una persona solitaria, incluso por temporadas ermitaña, suelo defender mi espacio vital, mi silencio y mi tiempo como un tesoro, pero pocas veces me siento “sola”. Dicen que la soledad es el “mal de nuestros tiempos” (ahora que vivimos en urbes de millones de personas), dicen que más vale solo que mal acompañado, dicen que solos venimos y solos nos vamos, dicen que… Yo creo que la soledad no tiene nada que ver con quienes nos rodean, creo que tiene que ver con una falta de comunión con la otredad. Muchas veces me he sentido acompañada en la lejanía de quienes se que me aman e infinitamente sola en compañía. Supongo entonces que en ese sentido es más bien una falta de intimidad, una ausencia. Quizá lo de ayer en mi caso fué eso, que entre tanta gente se hizo evidente la ausencia, se materializó y me hizo ver que, aunque llene mis días con otras cosas y otras gentes, existe.

Aquí a tu costado
de lado o mirando al techo
la soledad me aplasta
el vacio me ensordece
y miro mi cuerpo desnudo
que entristece.

JD

jueves, 23 de septiembre de 2010

Uno nunca sabe a dónde rodarán las letras


Alguna vez pegué en la puerta de mi recamara textos y poemas que me gustaban, mis conocimientos de libros y autores eran menores que ahora (que hoy por hoy tampoco son muy amplios) y entre todo eso, pegué unas líneas que mucho tiempo después me enteré que eran de un tipo apellidado Sabines. “Uno nunca sabe a dónde van a rodar las letras”, pienso ahora cuando recuerdo esa anécdota. Seguramente el maestro Sabines nunca se imaginó que sus creaciones literarias estarían pegadas con Resistol en la puerta de una mocosa de trece años. Poco después descubrí que las letras me servían de algo más que no tenía nada que ver con la escuela y empecé a escribir. El punto es, que ahora a lo largo del tiempo no sé donde está todo aquello que he escrito, quizá en alguna carta, en una caja, no lo sé, no me preocupa tampoco. Lo curioso es que, en un reciente encuentro de escritores, un adolescente me pidió una copia de uno de mis escritos, con autógrafo y todo y pienso si esas líneas mías estarán en alguna carta de amor o en el bote de la basura o pegadas en la puerta de su recámara… Ahora escribo por necesidad, es la forma en la que me comunico conmigo misma, es un silencio imperante y adictivo. Por eso agradezco infinitamente a quien comparte conmigo este pedacito de mi, lógicamente lo hacen las personas más inesperadas, los cercanos pocas veces entienden que es en estos espacios donde están las claves para descifrarme, o quizá poco les importa. Es por ello que me sorprendo gratamente cuando alguien de lejos me comenta en el blog, o me hace alguna observación o comentario al aire sobre lo que he escrito, porque sé que hay alguna empatía, “los sentimientos son universales”, dicen… Yo seguiré escribiendo, una vez aquí, esto es un camino sin regreso, no importa si lo que escribo es bueno, no tienen ninguna finalidad ni propósito específico, (quizá mínimamente la intención de no volverme completamente loca). Dejaré entonces que rueden las letras… gracias a los que se asoman por aquí…
JD

lunes, 20 de septiembre de 2010

Yo sólo queria flores...

















“Espero mucho de las personas que amo-demasiado quizás-
Espero y hasta pido. Pero no sé exigir” S.B.
Es una pena que uno no pueda querer a la gente como quiere que la quieran y que la gente no pueda querernos como nosotros queremos que nos quieran. (Yo sólo quería flores). En esto del amor la complicación nace de qué todos tenemos expectativas, ya no se diga altas o estándar, sino expectativas propias, subjetivas, personales. Entonces mi cabeza piensa que: si tú me quieres…. entonces….y si yo te quiero…. entonces…. Y lo que pasa es que nunca nos ponemos de acuerdo.

Alguna vez dije “No crear expectativas, vivir el momento” consecuencia directa: censura.

Sin embargo ¿Qué otra cosa hacemos que no sea eso? Ahí vamos por la vida enamorando y enamorándonos, amando y desamando sin pensar, sin detenernos, rompemos corazones y nos rompemos el alma, sentimos… nos es inevitable. Yo quiero de una forma errática, lo quiero todo y hay quien dice que “no tengo límites”, quiero con todas mis fuerzas, con todas mis ganas, con todo lo que tengo y todo lo que soy. No puedo tenerlo todo, aunque lo quiera, lo sé, pero eso no hace que no lo quiera. Lo sigo intentando. (Yo sólo quería flores). Soy una suicida amorosa, voy, vengo, me aviento sin paracaídas y sin casco. Pero siempre trato de ser lo más clara posible. Establezco el espacio en el que puedo moverme y no prometo mucho. Tampoco espero mucho, soy consciente de la naturaleza cambiante de los seres humanos, de los arrebatos y las bruscas modificaciones de las distintas realidades. Pero eso no es suficiente. Desgraciadamente hemos aprendido que el amor implica posesión. El ego nos hace querer ser prioritarios del otro, porque además pensamos que: “si nos ama debemos serlo”. Amar libremente, sin tapujos, sin condiciones, sin límites, sin encadenar ni encadenarse, supongo que es privilegio de pocas personas y de muchas neuronas. Finalmente el corazón es sólo un músculo. Todo está en la mente. El amor rosa, el deseo, el enamoramiento, es otra cosa, “vericuetos químicos” (deliciosos).
…Yo sólo quería flores, un café, una tarde haciendo nada, un orgasmo compartido, un silencio respetuoso, una admiración mutua, un momento presente, un querer estar más allá de la historia… “vayamos al balcón a ver llover”...
JD

martes, 14 de septiembre de 2010

Para leer a Josean


Hace días que el enojo me tiene atrapada, no he encontrado el tiempo para leer como acostumbro, el cansancio me vence, todos los días observo mis libros como se observa al amante inalcanzable. Mi lista de “libros que quiero leer” aumenta, los artículos y sitios de internet en mi lista de favoritos cada día se hace más larga. Una cuartilla, un poema al día al menos: me digo como autoperdonándome. Pero, para leer a Josean, eso no es suficiente…


Hace algunos meses tuve la fortuna de ver brillar en mi msn una ventanita que decía JOSEAN, detrás del parpadeo naranja se encontraba un hombre lleno de texturas, colores y voces. Hablamos por horas, después fuimos al cine, tomamos café, fuimos a los bares, al cine, compartimos libros, secretos y anhelos. Nos hicimos amigos.

“Es importante saber a quien tiene uno enfrente”, me dijo un día.

Hoy a la distancia, leerlo, no es sólo un acto de amistad, de encontrarme con él como sentada frente a su taza de té color rojizo, es también una provocación, una introspección, un descubrirle y descubrirme entre sus letras. Irreverente, irónico, crítico. Lector empedernido y escritor sin pelos en la tinta, que no tiene empacho en usar las palabras: “coger, semen, vagina, calentura” en sus textos y poemas. Pero que tampoco tiene miedo de escribirse vulnerable, solo, enamorado, reconstruyéndose. Leerlo requiere toda la atención emocional que uno pueda tener, un desnudarse para encontrarse entre sus líneas.

Es por eso que esta tarde, compré café, una cajetilla de cigarros y me dispuse a leerle, gracias Josean, por tus letras, por ser mi amigo, por estar…


JD

viernes, 10 de septiembre de 2010

Estacional

El árbol de tu ausencia
ha comenzado a florecer:
es la primavera.
Hojas silenciosas
se mecen bajo el sol
frutos de vacío cuelgan de mis ramas
hay flores de abandono
rebozándome la piel.

La mejor edad


Recibí tres regalos. Uno por cada década, supongo. Los tres significativos y únicos. Escuché mi canción favorita en vivo, cuatro de mis personas importantes me llamaron para decirme que es bueno que siga en este planeta y eso es bueno, supongo. La verdad es que yo moría por llegar a los treinta, en realidad no hay una explicación lógica, pero creo que es la mejor edad de las mujeres (dicen que debo esperar a los cuarenta para hacer esa afirmación, o como dice Jerus que hasta que entienda porque las salchichas vienen en paquetes de 10 y las medias noches en paquetes de 8 no puedo entender la vida), a mí el número treinta me gusta, muchas mujeres que han marcado mi vida han estado justo en sus treinta cuando yo las conocí. Quizá esta fascinación por los treintas sean las ganas de marcar la vida de alguien. En realidad creo que hoy puedo decir que he vivido lo suficiente como para entender que esta es una ruleta que sigue y sigue sin importar si le atinaste al premio mayor, que a veces el premio mayor no lo es tanto y que ya me he equivocado lo suficiente como para seguir equivocándome sin sentir que se me abre el piso en el que camino. Hoy ya no quiero ir a Cuba a buscarme marido, como alguna vez dijimos Liliana y yo que lo haríamos justo al cumplir treinta si no nos flechaba Cupido antes, tampoco necesito que me quieran para querer con cada una de mis células, he sobrevivido al amor, a la ausencia y a la pasión. Hoy puedo entender que luchar con todas mis fuerzas puede no ser suficiente y aún así seguir en la batalla, se que el tiempo es lo más valioso que tengo, que las personas cambiamos y que esa es precisamente nuestra maravilla. Hoy tengo el valor de decidir, de elegir, de ser y de seguir… Así que… bienvenidos sean los treintas. “Los fabulosos treintas” me dijo mi madre al teléfono justo a las 11:45 de la noche. La hora exacta de mi nacimiento.
JD

jueves, 26 de agosto de 2010

Ha muerto mi reloj.


Ayer a las 8:40 pm mi reloj dejó de vivir.
Se detuvo. Se cansó de guiarme los días, se le acabó su tiempo.
Me siento triste. Cargada de simbolismos personales esta pulsera de metal y manecillas me acompañó muchos años. Es una lástima, bien dice Emilia que llevo en mis manos a las personas que marcan mi vida. ¿Esto quiere decir que esta persona se ha ido de mi vida también? ¿Justo en la bocaescena de mis treinta años?
De cualquier manera hoy mi mano se ha sentido vacía, le faltan algunos gramos a mi lado izquierdo y aunque el cristal rayado, cicatrices de tantos golpes juntos, ya no me dejaba leer bien la hora, yo lo tomaba con romanticismo, pensando que eran sus arrugas, sus marcas…
Pero se nos terminaron los minutos, las horas juntos.
Lo he guardado en su caja, en la misma en la que llegó, ahora formará parte de las reliquias, de los recuerdos.
Aunque pensándolo bien, quizá tenga arreglo si lo llevo al relojero, quizá si le ponen una pila nueva, si le mueven las manecillas, le cambian el cristal…. pero la caja dice que no tiene pila, que funciona con el ritmo de la vida, ¿entonces? ¿Ya no tenemos? ¿Perdimos el paso? ¿No hay más?
“Nada es eterno”, atentamente mi reloj…
JD

Fui al mar...


Fui al mar

al caer la tarde

y no estabas.

Me llené los ojos de sal

le pregunté a tus hermanas

y no estabas.

Que silencio...

aún entre mareas

entre la arena

entre las nubes rojas de sol

me rondas por la mente

fui al mar

y no estabas

JD

viernes, 20 de agosto de 2010

Escenotecnia



Hace algunos años escribí para Liliana una serie de diez relatos cortos, en uno de ellos le hablaba de la magia del teatro, no recuerdo exactamente el texto, lo que sí recuerdo es que le decía que los espectadores nos escapamos del mundo real en cuanto inicia la función. El teatro siempre me ha gustado, lo disfruto en casi todos sus colores, pero hace días tuve la oportunidad de participar en un taller de ESCENOTECNIA, esceno¿qué? Si. Yo pensé lo mismo, sin embargo poco a poco fui entendiendo todo lo que este arte-técnica involucra, como casi siempre me quedé con ganas de más. La iluminación, la ubicación de bocinas, el manejo de la tramoya, de las telas, los reflectores de todo eso que viste y embiste al artista, que lo complementa, que lo comunica y lo sitúa dentro de su obra. Maravilloso. Además de que el curso lo tomé en un hermoso teatro isabelino (ahora sé las diferencias arquitectónicas de los teatros) y pude conocer como conectan los equipos, como son los focotes esos por dentro y como hacen que se prendan, se paguen, den vueltas y cambien de tamaño, jajajjaa. Por supuesto que ayer que fui a ver una obra de teatro todo me fue diferente, ahora tengo un ojo mas educado, jajajjaa… ¡Viva el teatro!
JD

sábado, 31 de julio de 2010

Errante


Aquí voy otra vez… Errante… Siguiendo y buscando, tratando de encontrarme, de encontrarnos. ¿En qué momento terminará este andar atinadamente desatinado en nuestras rutas? ¿Será que como dice el poema “ …sólo en el otro mundo del sueño te consigo…” ?

Necedad humana, cada día me sorprendo mas de nosotros mismos.

Pero sigo, (aún con la sorpresa), camino por estas calles de inmuebles abandonados, tristes, vacios, mugrosos, llenos de cacharros, casas con ventanas rotas, puertas caídas y plantas que aprovechan para habitar cualquier espacio de tierra disponible y llenar este vacío de flores. ¡Cómo llueve! La gente se empuja, se esconde bajo los pequeños techos disponibles, entonces surge al instante una marea de paraguas coloridos por las banquetas. Yo me mojo y en rebeldía levanto la cara y saco la lengua para beberme las gotas… agua… agua clara… agua de nube… mójame ahora que me siento árida…

Pasos firmes. Gracias por la foto Emilia.
JD

miércoles, 21 de julio de 2010

La libreta de las listas


Esta mania de anotarlo todo... Esta tarde llovía, la tarde de ayer también llovía, yo también llovía un poco o como me dijo un taxista "serenaba" , eso tenía yo, estaba "serenando" a mis demonios, a mis dudas, a mis miedos... en fin.... mientras veía caer las gotas pensé que debía borrar de mi lista "libros que quiero" uno que Josean me regaló hace unos días, en nuestro último café compartido. Gracias Josean (nunca me acostumbraré a que te llamas Antonio).

Mis listas, tengo listas de todo, de las cosas que debo hacer antes de morir, de las personas importantes en mi vida, de mis canciones favoritas, de los libros que quiero, de palabras que me gustan o no me gustan, de películas, de palabras paceñas, de cosas que debo regalarle a mi mejor amiga, de lugares que debo conocer, de frases célebres, en fin de todo o de casi todo lo que me interesa. ¿porque? ... lo hablaré con mi terapeuta...
JD

martes, 6 de julio de 2010

Menos tu vientre


Yo, que bailo desde el centro, desde mi origen, desde donde vendrá mi descendencia....


Menos tu vientre, todo es confuso.
Menos tu vientre, todo es futuro , fugaz, pasado, baldío, turbio.
Menos tu vientre, todo es oculto.
Menos tu vientre, todo inseguro, todo postrero, polvo sin mundo.
Menos tu vientre, todo es oscuro.
Menos tu vientre claro y profundo.
Miguel Hernández

domingo, 20 de junio de 2010

JS


"Al contrario de lo que suele decirse, el futuro ya está escrito, aunque nosotros no sepamos cómo leer la pagina".
José Saramago.

viernes, 4 de junio de 2010

OOPA !!!


Son las siete de la mañana, la carretera está tranquila, dos duraznos y un café me acompañan y claro la emoción de que bailaré por horas…. Seminario de Danza Romani… Llego al lugar, poco a poco mujeres de todos los tamaños y colores nos vamos agrupando, la tribu se va armando, la cofradía nace. Dos horas después hemos dejado en la duela el sudor y la energía de nuestros cuerpos, las faldas de colores vistas en el espejo parecen flores. Pienso que eso es un pleonasmo, mujeres convertidas en flores, somos un ramo en movimiento.
Y bailo… bailamos…
La danza es vida. Es escribir con el cuerpo, es tener control de cada uno de los pedazos que me forman, es enfrentarme a mi misma, encontrarme, descubrirme, amarme.
En dos días, nosotras, esas veinte brujas reunidas, bailamos, nos mecimos, aplaudimos, tocamos el piso con las manos, con el cuerpo, con los pies. Hicimos un circulo, protegidas, energéticamente conectadas, con velas, flores e incienso hicimos un pacto femenino que será indisoluble aunque no volvamos a vernos.
Yo, flui, regresé a casa con el cuerpo cansado, la mente liberada y el alma menos pesada. Mi cuerpo, este que me sirve de transporte , y esta piel que me hace sentir tantas cosas ahora son diferentes, tienen en su memoria cosas nuevas…
Hoy se que hay un poema resultado de la caligrafía de mis pies…

miércoles, 26 de mayo de 2010

Constante


Del lunes sigue el martes
el domingo sigue llegando después del sábado
los árboles siguen desnudándose en mi jardín
pero no suena el teléfono .
Las niñas juegan a la cuerda
los niños a ser policías
el despertador suena a las seis de la mañana
pero la cama es inexplicablemente fría.
Tomo café temprano, salgo a la calle,
los semáforos siguen siendo rojos y verdes,
me venden el periódico, escucho la radio
pero no amanece.
Salgo con los amigos, bebo vino
abro un libro, hago planes
me lleno de hastío, peleo con las cerraduras,
pero en la mesa solo hay un plato
todo sigue como antes
preciso y constante,
es decir que todo sigue igual:
pero sin ti.
JD

lunes, 17 de mayo de 2010

jueves, 6 de mayo de 2010

Antigua vida mia


A mí me encantan las mujeres, cada día me siento más orgullosa de formar parte de este conjunto de seres maravillosos. Mi vida, como la de todas las mujeres ha estado marcada, lacerada, forjada, de otras mujeres… es una cadena interminable. Madres, abuelas, hijas, amigas, hermanas, compañeras de lucha, enemigas, cómplices. Todas. Me encantan las que se polvean la cara, las que cargan sus cestos llenos de frutas o flores como si los huipiles se extendieran sobre sus cabezas y tomaran más vida, las que no olvidan meter un yakult en la lonchera, las que se inscriben en una cátedra de ingeniería sabiendo que aún hoy serán extrañas en esas aulas, las que se compran cincuenta pares de zapatos, las que van y vienen dia a dia, que sufren, que aman, que gozan, que hacen, dan y son vida, todas. Termino apenas de leer “Antigua vida mía” un libro para mí femenino, de mujer para mujer, la historia entrelazada de dos mujeres amigas, que llevan a cuestas las historias de sus madres, sus abuelas y sus hijas. Violeta y Josefa, distintas, opuestas, unidas, inseparables.
Debo este libro a Josean -un hombre maravilloso a quien con orgullo puedo llamar mi amigo- que me prestó sin recelo el ejemplar de Marcela Serrano y no sabía él que me daba algo más allá de las 371 páginas leídas. Antigua vida mía, me dio un descanso, me dio voz para muchas sensaciones, emociones y sentimientos, me dio recuerdos, nostalgia, felicidad, me hizo escuchar una vocecita que decía “a veces yo siento o pienso igual” ó “yo he estado así”.
Hay Viola y José qué voy a hacer ahora que ya cerré el libro….
Les dejo algunos fragmentos, resultado de las pláticas o reflexiones de los personajes, que los disfruten…
PD: Tengo que regalártelo, eso “nos” hará entender muchas cosas.
JD

· Elegí a Violeta entre todas mis amigas porque nuestra historia se remontaba tan atrás que cualquier explicación era innecesaria. Ella formaba parte de mi infancia, era casi un miembro más de mi familia. Por eso me resultaba tan cómoda: lo que hiciéramos juntas era como hacerlo sola. Y mi miedo al vacío no me permitía tanta privacidad.
· Difícilmente a esta edad estrecharías nuevos lazos, no despilfarres los que has mantenido por una vida entera.
· Tanta vida dentro de ella. ¿Para que la andaba prestando?
· Aparece esa otra que no es ella y que a ella le gusta tanto.
· Elige. Heroica o prudente, querida. Ambas cosas no pueden ir juntas.
· Es la vida, mujer, las penas la ponen sabia a una.
· ¿No será mijita que tu problema con ella no es más que el susto de llegar alguna vez a ser así?
· No tengo más remedio. Confiaré en ti tan sólo porque en la vida hay que confiar en alguien.
· Las mujeres no matan a alguien ajeno a sus sentimientos. Ellas matan amantes, hijos, maridos…sólo lo que han amado.
· Lo amenacé: no acompañarme en esta aventura sería considerado una causal para romper nuestro contrato.
· Ella se inventó a sí misma.
· Tengo muchas historias que bordar.
· Lo echo de menos y lanzo un par de imprecaciones por su ausencia.
· No es el sexo lo esencial, es el romance.
· …solía decir que yo era del tipo de mujer que exige ilusiones, como otras exigen joyas…
· Y amo todos esos detalles. Es la única decadencia que soporto.
· A veces hablo contigo, como si hablara conmigo. Sé que tú no eres eso, lo que me maravilla de ti es que no eres eso, eres lo diferente de mi, otra.
· Suelo mandarle pequeños recados tontos, frases cualesquiera, lugares comunes pero ciertos, como todo lugar común. Ella los aprecia, comprende estas modernas señales de humo, palomas mensajeras que le dicen, no te olvido.
· Es fundamental diferenciar la pena de la angustia. La angustia inmoviliza, la pena hace crecer.
· Hay un elemento de la neurosis femenina que temo especialmente: la lealtad al malestar
· Para ser la mujer que era, y haber hecho lo que hizo, y haber vivido lo que vivió, me parece una persona demasiado entera.
· Si algo importante me ha pasado desde la última vez que te vi es que ya no soy joven.
· Le explique que había abandonado la juventud el día en que dejé de consumir los momentos, de vivirlos con rapidez, apurándolos para saber qué venia después. Ignoraba el acontecer en que estaba para saltar al acontecimiento siguiente, siempre ansiosa por vivir lo que, suponía, me deparaba la vida. Mi norte era tan marcadamente el futuro, que apuraba el presente sin atesorarlo. sin vivirlo. Cuando descubrí el placer de retener cada momento, alargarlo intensamente, concentrándome en él sin soltarlo, inhalándolo como si fuese opio o la fragancia del azahar, entonces dejé atrás la juventud.
· Es que nos hemos encontrado en un punto de la vida, el punto del medio, cuando íbamos camino a convertirnos en unos escépticos o descreídos. Nos devolvimos juntos la fe, uno al otro. Y hoy lo que nos pasa, lo que de verdad hacemos, es completarnos.
· No estoy privilegiando una opción sobre otra. Ésta es la que yo necesitaba, tú lo sabes. Me he pasado la vida buscando una forma coherente de vivir y siento que la he encontrado. Hay mil opciones posibles.
· Cada uno sabrá cual es su forma. Lo importante es saberlo a tiempo. También lo sabrás tú, y yo no descalificaré tu opción, ni tú la mía. ¿verdad?
· No me interesa el pasado como tal. Me interesa para entender quiénes somos hoy.
· No es la nostalgia. Es la añoranza. Y créeme, no es lo mismo.
· Porque creo que a cada una nos suceden solamente las cosas que nuestra fortaleza es capaz de soportar. Y la tuya ha sido, es, muy grande.
· Porque no he sabido mirarme de frente, porque he necesitado de otra femeneidad –aunque fuese mi opuesta- para hacer mí propio relato.

Marcela Serrano

miércoles, 5 de mayo de 2010

Positivo en sangre

Hace casi un año, el pasado 10 de mayo, en el patio de una casa, una voz dulce me dijo:
¡Quizá feliz día de las madres!, esa frase todavía me sigue rondando en la cabeza…

Positivo en sangre… Así se leía en el papelito. Rio a carcajadas, lloro emocionada. Inicia entonces el río de preguntas que hasta hoy siguen atorándose en mi cabeza. Primera decisión: ¿ a quién llamar? A mi madre. Le corresponde de acuerdo con el árbol genealógico.
-Estoy embarazada- grito por el celular como si quisiera que mi voz recorriese el océano pacifico que nos separa.
-Lo sabía, te lo dije, las mamás lo sabemos todo – contesta.
Al escuchar eso me quedo muda. ¿Las mamás lo saben todo? Yo ni siquiera sé como se llama la siguiente calle, tengo que regresar a la oficina, hacer compras, dejar de fumar, ir al médico y claro, hacer la segunda llamada, lo cual me aterra.
-¿Bueno?
-Te tengo una noticia: Estoy embarazada.
Tres minutos de silencio después, una voz tranquilizadora y feliz promete estar en contacto, me dice que me ama, que llamará por la noche.
Enciendo el carro, me pierdo por las calles que he recorrido los últimos doce años, llego a ciegas a mi oficina y trato de concentrarme. Hay algo que ya crece en mi. Ya me siento mamá y no, no lo sé todo. Reorganización. Adiós cigarros, zapatos de tacón y alcohol. Sigo guardando la noticia como un secreto celoso. Confundida y con la oreja pegada al teléfono, mi madre ha llamado cincuenta veces en las últimas doce horas. Ella ahora me dice ¿Cómo están? Yo le digo que supongo que “estamos” bien. Supongo que creciendo, supongo que contentos, supongo, solo supongo.
Tengo miedo. Pero estamos bien, supongo.


Pero no lo estuvimos, yo no lo estoy todavía. Todo sucedió muy rápido, la sangre entre las piernas, las lágrimas como ríos, la impotencia, su voz hablándole a mi estomago diciendo: ¡agárrate, no te sueltes!, las preguntas, los medicamentos, su mano entre mis piernas tratando de detenerlo todo, mis manos sobre mi vientre (ésta: la casa derrumbada), el hospital, la nausea, los médicos, el vacio… Todo sucedió muy rápido. El silencio, la resignación (sentimiento horrible, pues no deja ningún margen, no podemos hacer nada, las cosas son así y no pueden cambiarse), mi sexo adolorido, mi mente en otro lado, el silencio…. La recuperación, la explicación “lógica”: Dios, la naturaleza, la madre tierra, yemanya, las circunstancias….

El silencio, el silencio al que recurrimos todos, nadie quiso hablar de eso…
Huí, nadie lo entendió, ni yo misma, ahora sé que fue el duelo de mis entrañas lo que me aventó a tierra firme. Ahí sobre los brazos de mi madre lloré las raíces rotas, el hueco, la cavidad vacía…
Nunca será igual, nunca seré igual, me falta algo y no son las hormonas, ni la crisis de los treinta, es la tierra queriendo germinar, mi útero latente, la voz que dice: ¡agárrate, no te sueltes!...
JD

lunes, 26 de abril de 2010

Cuenta conmigo


Yo sabía que estaba aventándose al vacio sin embargo le dije: ¡Cuenta conmigo! Apoyar a alguien, estar con alguien, no es sólo poner las manos al fuego cuando se está de acuerdo, es poner la carne al fuego, cuando estás en desacuerdo, en contra, aún a pesar de uno mismo.
Todos somos responsables de nosotros mismos, cada decisión tomada, cada paso dado, es el resultado de nuestra propia experiencia o inexperiencia, sólo nosotros tendremos los frutos buenos o malos de nuestros pasos. Al final sólo cada uno de nosotros tenemos la información que nos lleva a cometer tal o cual locura. Por ello, cuando alguien dice “Yo sé lo que hago”, es cierto, esa persona sabe lo que hace y si no lo sabe lo descubrirá en el camino, pero no podemos limitar, prohibir, coaccionar. Creo que cuando alguien te cuenta en sus haberes personales, no quiere que le salves la vida, ni que siempre estés de acuerdo o de “su lado”, creo que simplemente quiere que estés ahí. Para cuando sea necesario.
Por eso yo le dije: “cuenta conmigo”, porque confiaba en ella, porque respeto su capacidad de decisión, porque yo no estoy en sus zapatos ni he cargado sus maletas, porque es su vida y puede hacer lo que quiera con ella. Porque le dije: ”no creo que sea lo mejor, pero si tú lo quieres cuenta conmigo” y fui capaz de apoyarla, animarla, acompañarla en su lucha, en esa guerra que yo pensaba que no tenía sentido y que ya estaba de antemano perdida, pero era su cruzada, no la mía , porque es un adulto y lo más importante porque ella cuenta conmigo.
Quizá mañana venga con el alma en mil pedazos, con los ojos llenos de lágrimas, con las manos vacías, quizá venga a contarme que todo va viento en popa, que es feliz y que valió la pena tomar el riesgo. No lo sé. Pero si sé que cuando venga lo hará porque sabe que cuenta conmigo, para lo que sea.
¡Cuenta conmigo!


JD

martes, 13 de abril de 2010

Café Planet


Son las siete de la tarde de una extraña tarde de abril lluviosa y nublada. La nostalgia me ha llevado por las calles hasta toparme con el CAFÉ PLANET, siento que el tiempo se ha regresado. La ciudad llueve, tomo café en una de estas mesas, tengo Arjona como música de fondo y de repente tengo dieciséis años. ¿Cuántas veces no estuve aquí filosofando, leyendo, componiendo y descomponiendo la vida con una amiga, tratando de encontrarme o al menos de no perderme? Carlos Fuentes de la mano de Laura Díaz me regresa al 2010, a este Abril al que se le ha ocurrido llover, llenarse de nubes y llenarme de recuerdos. ¿Pero a qué regreso? ¿No es este estado volátil en el que me encuentro también una nube de nostalgias? Por lo pronto sólo regreso a mi silencio, a mis preguntas, a la añoranza de un futuro que me mantiene latiendo, a esta soledad crónica que he aprendido a amordazar, al tiempo sin horas. Laura le dice a Harry que lo ama “como perra” mientras se hace preguntas que antes no se hizo y se descubre sangrante y moribunda. Yo no sé lo que es amar así, pero supongo que es lo que poéticamente define Aute como “el mal de animal”. Como llueve, como llueves. Sigo pensando en el pasado, que no es el presente de ayer, sino el futuro que hemos enterrado. Sigo esperando, como siempre…
JD

lunes, 12 de abril de 2010

Todos los caminos conducen a tu boca


Todos los caminos conducen a tu boca
como si te hubieses convertido en Roma
y tus brazos son columnas
y mis pies rocas.

Todas mis preguntas te evocan
esconden sus respuestas
entre tus piernas
en esa voz que no me nombra.

Todas mis miradas, todos mis dedos
mis caricias tristes, mis futuros simples
todo lo mío te busca, te espera
indago para seguir caminando:
pero todos los caminos conducen a tu boca.
JD

lunes, 5 de abril de 2010

Invitación


Distinguido visitante:
Me es grato dirigirme a usted en esta ocasión para informarle que ha sido usted invitado a mi vida. Quizá no sea la mejor, ni tampoco una muy importante, pero lo que si le aseguro es que es una vida auténtica y que será (si usted acepta la invitación) una experiencia gratificante. Es probable que haya tormentas, así que le sugiero venga usted con las provisiones pertinentes: impermeable a las inseguridades, sombrilla para cubrirse de los temores y unos guantes blancos son ampliamente recomendados. Una vez pasadas las tormentas suelo disfrutar el sol, así que también incluya en su maleta unas gafas para evadir los complejos, ropa y zapatos cómodos para andar la misma ruta, tres frascos de protector de tedio y muchas ganas de nadar en el rio de la pasión. Es importante que contemple usted que esta celebración a la que ha sido invitado será prolongada (no pienso morirme en algunos años) así que reúna usted sus valores más preciados y venga con ellos, debido a que el camino es a veces pedregoso le recomiendo botar a la basura: traumas pasados, culpas, rencores, desesperanzas y miedos, ya que pesan demasiado y no nos servirán durante el viaje. En cuanto usted se integre a mi vida se le entregan un par de alas, ya que muchas veces me gusta despegar los pies del suelo, el curso para aprender a usarlas es fácil una vez que se le ha perdido el miedo a las alturas, pero de eso no se preocupe ya que confío en que aprenderá bastante rápido. El trayecto será en algunos momentos vertiginoso y en otros bastante tranquilo, pero le será suministrado diariamente tiempo para reflexionar, agua de locura (la tenemos en tres sabores: uva, limón y sandia, favor de indicar el de su preferencia), la dosis diaria de besos y caricias y al menos una hora para hacer el amor.
Sin más por el momento me despido de usted, no sin antes el agradecerle el interés de participar y recordarle que es necesario que confirme su asistencia a mi vida una vez que haya decidido acompañarme.
Sinceramente suya
Justine Hernández.

martes, 30 de marzo de 2010

Todos somos Frida


Será porque te pareces un poco a mi por la manera en que cambiaste el dolor por el coraje. Será porque te amaste y amaste con la misma intensidad aves y flores. Será porque fuiste tu y no cediste el impetú de tu presencia por una sonrisa momentanea. Será porque buscaste xpresarte, a ti, a tu persona, a Frida, a Frida con sus cosas y personas. Será, tal vez, porque te afianzaste, como yo, mas del mil veces:
con los ojos, con el cuerpo, con el alma.
JD

martes, 23 de marzo de 2010

Equinoccio


A las once de la mañana empezó la danza, la danza ritual para recibir la primavera, tum tum tan tan, los tambores sonaban y los presentes nos sentíamos unidos de alguna manera. El chaman pidió permiso a los cuatro vientos haciendo sonar su caracol y el olor del incienso nos llevó en un trance, quizá en mi caso fue el sonido del mar en el que se esconde o yo escondo tu voz, caracol caracola… Nos tomamos de la mano, todos, desconocidos, ajenos, extraños, todos recibiendo la primavera vestiditos de blanco. Pedimos perdón a la Madre Tierra, bien lo dijo el chaman, por destruirla, por dañarla, por la ignominia. Finalmente guardamos silencio, pidiendo fertilidad, florecer y obtener buenas cosechas.
¡YA LLEGÓ LA PRIMAVERA!
Mis pasos me guiaron al estante, caminé hasta que mi piel empezó a quemarse, a reconocer el sol… Que soledad. Fui a visitar a los patos que no te gustan, a las flores que desconozco, a los pájaros que me son nuevos, yo sólo sé de pelicanos y gaviotas, aquí el agua está estancada, allá estamos estancados en el agua… Llegó la primavera, ¿Llegarás tu? ¿Germinará mi vientre? Tum tum, tan tan, sigo bailando mientras llega la buena cosecha.
JD

sábado, 20 de marzo de 2010

Atención


Hay tres experiencias en mi vida que me han marcado inigualablemente:
1. Estar en el Santuario de la Mariposa Monarca.
2. Tocar una ballena.
3. Liberar una tortuga.
Sin que tenga alguna importancia el orden, en esas tres ocasiones, me sentí maravillosamente bien, no sólo en contacto con la naturaleza sino parte de ella. Yo amo el mar. Amo la vida del mar, amo la vida en todas sus formas y expresiones y sin ser activista trato de hacer mi parte para cuidar de este planeta al que destruimos a cada segundo.
Terminé de ver un documental llamado THE COVE y me entraron unas ganas enormes de escribirles para casi casi obligarlos a verlo. Noventa y cinco minutos que se que no olvidaré fácilmente, que me marcarán el resto de mi vida. POR FAVOR VEANLO. Quien tenga acceso a grupos escolares, llévelo a sus aulas, junten a sus grupos de amigos, lleven palomitas y véanlo. Les dejo el link de donde pueden verlo directamente en internet.
http://www.peliculasid.com/peliculas/the-cove.html

martes, 16 de marzo de 2010

¿Encontraría a La Maga?

Hoy estamos aquí


La muerte es lo único que tenemos seguro, eso y que todo cambia, eso y que todo pasa, eso y hoy. He estado pensando en la muerte, siempre que me preguntan ¿Le temes a la muerte? Mi contestación inmediata es NO, seguida de un: “Bueno, no a la mía, sino a la muerte de alguien que quiero”. Lo cual quiere decir que le temo. Pero no es a la muerte, es a saber que algo no se tiene, al menos no al alcance de un café, de una llamada, de un correo electrónico, pienso entonces en aquella frase de “ en vida hermano, en vida”. De unos días para acá, me he enterado de muchas muertes, (sí, sé que a diario se mueren miles de personas, pero somos tan ignorantes que pensamos que aquello que sucede en el mundote no toca lo nuestro), así que he estado meditando un poco sobre eso. Pienso que lo mejor que podemos hacer es vivir, para al menos haber aprovechado nuestro tiempo al máximo.
Pessoa dice: “Sentirlo todo de todas las maneras / vivir todo de todos los lados”. Yo digo: Hagámoslo, porque esa es la única forma en realidad de vivir, ¿de qué nos sirve tener una vidita ahí tibiesona, mediocre, medio coloreada o una vida ajena, disfrazada, escondidita? La muerte nos espera pacientemente toda una vida, dicen por ahí. Por eso hay que amar, reir, comer, coger, sufrir, viajar, hablar, pelear, decir, buscar, aprender, escuchar, escribir, bailar, conocer y además hacerlo bien, no solo porque se puede, sino porque se debe y aun mas porque se quiere.
Ayer fui al velorio de una pequeñita de quince días, no tuve el valor para acercarme al diminuto féretro, pensé en el bebe que se desprendió de mi útero hace casi un año, en como en esas cinco semanas mi vida se llenó y se vació de un segundo a otro. En que nadie puede entender las pérdidas ajenas, porque uno mismo no comprende las propias. Pero sé también, que en esos quince días, Regina, (la bebé ), luchó, respiro, comió y movió el cuerpo lo mas que pudo, así como estoy segura de que mi bebe hacia latir su corazón al máximo, porque podía, porque quería y porque ellos tan pequeñitos, saben que:
Hoy …estamos aquí.
JD

Inexistente


Los dientes de tu boca
cortan el hilo que nos une
cuando me defines:
“inexistente”.
Haces una fogata
de horas y palabras
y avientas al vacio
mis pasos sobre tu calle
JD

sábado, 13 de marzo de 2010

http://www.ted.com/talks/lang/spa/chimamanda_adichie_the_danger_of_a_single_story.html

http://www.ted.com/talks/lang/spa/chimamanda_adichie_the_danger_of_a_single_story.html


Lorena publicó recientemente este video. ¡GRACIAS!
En cuanto comencé a verlo, me vinieron a la cabeza muchas imagenes, en realidad es peligroso crearnos una "sola historia".
Asi como Adichie, quien se refiere a muchos ejemplos cercanos, yo puedo pensar también en los mios, asi como estoy segura de que después de ver este video encontraran ustedes los suyos.
JD

jueves, 4 de marzo de 2010

Marzo



Febrero nos dijo adiós con una hermosa luna llena y además se dio el lujo de despedirse en domingo como para darnos tiempo de asimilar que el segundo mes del año ya se ha ido. ¿Cómo vamos con los propósitos de año nuevo? A mí este fin de semana me dio muchas cosas para pensar, tengo la cabeza llena de imágenes, de palabras empujándose unas otras en mi lengua tratando de salir, de silencios, de gritos, de ganas contenidas. Espero que el incipiente calor de marzo me ayude al menos a germinar algunas ideas.
Nunca me había sentido tan lejos de mi isla como este fin de semana, tuve la oportunidad de visitar un lugar llamado “La Angostura” que es algo así como la playita del bajío. Y mientras estaba sentada frente al muelle sentí una de esas nostalgias que se te clavan entre pecho y espalda y mi mano en un segundo se sintió vacía de otros dedos. Qué lejos me pareció el mar, que lejos los atardeceres, que lejos yo, que lejos tus dedos de mis dedos.
JD

La chica 100% perfecta


Hace poco Emilia me envió un texto ¿cuento? titulado “La chica cien por ciento perfecta” de Haruki Murakami y la historia y el título se me quedaron en la cabeza como palpitando. Por supuesto esto nos dio al menos para sesenta minutos de plática en un café que conocí en 1993 y que pensé que ya no existía. Así que la pregunta es ¿Hay alguien cien por ciento perfecto para ti? Yo creo que no hay alguien, hay “alguienes”, es decir, uno cambia tanto a lo largo de los años (yo por ejemplo puedo ser una persona a las tres de la tarde y otra completamente distinta cinco minutos después) que, los estándares que calificarían la perfección también van cambiando. Una antigua amiga dice una frase que me encanta: “la esencia no cambia” y es cierto, si uno nace malencarado así terminará sus días, como dicen por ahí: “Genio y figura hasta la sepultura”, sin embargo cada día vamos modificándonos poco a poco y lo que antes pudo ser importante resulta que ahora ya no lo es tanto. Yo creo que a lo largo del camino vamos encontrando personas cien por ciento perfectas y nos quedamos ahí un rato, mientras ambas personas aprendemos, crecemos, cambiamos. Pero también creo que, no en pocos casos, la personas aprenden que la perfección también cambia, que no se puede querer ahora lo que se quería hace diez años y que no se puede pretender que uno u el otro sean lo mismo que hace cinco años atrás, entonces aman esa perfección cambiante y eso los hace permanecer juntos por toda una vida. Lo que también es interesante ¿o no? Tener la oportunidad de conocer y re-conocerse (quizá ese sea el secreto). A mi me resulta cómico cuando mis parejas me han dicho: “Así no eres tú” o “ Eso no te gusta” porque finalmente somos seres cambiantes. Es decir, quizá “yo no era así o eso no me gustaba ¨ , pero ahora sí, (antes no me gustaban los noticieros, ni los musicales), quizá también es un poco que uno va descubriéndose a si mismo paso a paso, claro que como dice mi amiga, lo esencial nunca cambia, yo desde que recuerdo siempre he sido inquisidora, un poco ermitaña y poco enfermiza, pero al paso del tiempo he ido descubriendo, adquiriendo, modificando, gustos, aficiones, ideas, preferencias. Pero, regresemos al principio ¿Hay alguien cien por ciento perfecto para ti?... Yo creo que todas esas personas que eres son perfectas para mi, algunas al cien, otras en un ochenta y cinco por ciento, pero ¿serán todas las Justines que soy, perfectas para ti?
Les dejo un sitio donde pueden leer el texto de Murakami.
JD
http://sininstrucciones.blogspot.com/2008/05/al-ver-la-chica-100-perfecta-una-bella.html

domingo, 21 de febrero de 2010

Yo no cambio nada


Muchas veces me han preguntado y me he preguntado si cambiaria algo de lo sucedido en mi pasado. En primer lugar es imposible, como dice la canción “ya lo pasado, pasado” pero suponiendo que eso fuese posible, mi tajante respuesta sería NO. ¿Para qué? ¿Para retener algo o alguien un poco más, para evitarme un descalabro, para aligerarme la culpa? NO. Regreso al punto inicial, a estas alturas de mi partido realmente no puedo hacer nada, quizá solo aprender y tratar de no repetir aquello que lastima, ya sea a mi misma o a otros.
Si volteo para atrás en realidad creo que todo es rescatable, es cierto que algunas cosas no me han gustado mucho, que me han sacado lagrimas o dolores de cabeza, que he lastimado y me han lastimado, pero aún así, aunque a veces haya sentido que no puedo seguir mas, siempre sigo caminando, no sé cómo, ni que fuerza me impulsa, pero aquí sigo y espero seguir por mucho tiempo más. Así que “yo no cambio nada”, finalmente soy el resultado de hieles y mieles mezcladas en estos casi treinta años. Recuerdo cuando le decía a mi amiga de la preparatoria una frase de Robert Frost que tomé por años como slogan: “Puedo resumir en tres palabras todo lo que he aprendido sobre la vida: SIGUE SU CURSO”. Nunca le pregunté qué pensaba de eso, tampoco sé porque me gustaba tanto la frase, solo sé que esa idea de continuidad me agradaba. Quizá en ese momento mi crisis existencial giraba alrededor del examen de química y pensaba que aun cuando reprobara la materia eso no me llevaría directamente a la muerte.
Ahora a varios años de distancia sé que es cierto, la vida sigue su curso, no se detiene y uno tiene que tratar de seguirle el paso por instinto de supervivencia. Y sé que eso a veces se nos ocasiona corretizas en las que perdemos el control, la mesura, el sentido común, pero también hay otros tramos en los que obtenemos mágicamente fuerzas, aptitudes, lecciones inolvidables. Así que reitero, “yo no cambio nada” ni cuando me hice o me hicieron sufrir, porque eso sería también eliminar cuando me hicieron dichosa o cuando yo hice dichoso a alguien. Finalmente como una amiga dice, hay cosas que suceden sin aparente explicación y ahí nos vamos viviendo la vida sin pensar mas allá de la cena de esta noche y después la digestión es tan pesada que nos dura años el dolor de panza, pero al recordar el sabor del platillo, al menos por un segundo se detiene la gastritis.
Yo no cambio nada ¿ y tú?
JD

jueves, 28 de enero de 2010

Los amantes del círculo polar.




Hace cinco días (circulares) que trataba de terminar esta película.

Me rondaba hace años el título en la cabeza.ahora se porque.

Casualidades, ese es el tema.

Me gustan, me gusta la idea de los amores inconclusos, me gusta la idea de la permanencia latente en la vida de otros.

Me gusta pensar que alguien piensa en mi cuando yo pienso, me gusta imaginar que quiza entre el tráfico me toparé con alguien que dará un vuelco en mi vida, que cuando yo me subo por la puerta delantera de un camión esa otredad esta bajando por la puerta trasera.

Latiendo, siempre, hasta ese momento en que los corazones dejen de latir del impacto de encontrarse uno mismo en el otro.

JD

martes, 26 de enero de 2010

Recuerdos.

Hoy recibí una invitación para tomarme un café.
Con una persona que hace aproximadamente quince años que no veo.
Una persona desconocida. De la cual lo único que recuerdo es el nombre.
Ex compañera de escuela.
Miércoles 7:00 pm.
¿qué demonios voy a decirle?
Seguramente indagará de mi vida. ¿Qué voy a contestar?
Me contará de su vida ¿Qué puedo preguntar si realmente no me importa?
Ella dice que me recuerda. ¿Recuerda que?
Ni yo misma recuerdo que hacía hace quince años, a veces me cuesta incluso recordar que vestía el día de ayer.
Algunas veces me siento mal de no recordar a las personas, de no recordar situaciones que los demás dicen que yo viví, que yo estuve ahí.
¿Será que soy distraída? ¿Será que realmente pocas cosas me importan?
A veces pienso que es sólo que trato de no viajar con mucho y definitivamente: los recuerdos pesan.
JD

Jueves


¿Ya son las diez de la noche? Hoy es viernes, eso lo se porque ayer vestí de rojo. Todos los jueves visto de rojo ritualmente. Eso me permite también orientarme a lo largo de los días, hace mucho que no sigo el calendario. Allá en mi isla, los jueves tenían como final una botella de tinto, piano y algún cuento o poema compartido. La pianista me recibía sentada en una poltrona, bajo alguno de los árboles que rodean su casa, a veces de buen humor, a veces enojada, generalmente porque nunca se ha llevado bien con Tchaikovski y coincidía que los jueves tenia ensayo con los primeros violines, en fin cosas de la música, la cosa es que me recibía. Ella bebía cerveza y yo tinto. Una vez superada la emoción desbordada de encontrarnos, de ser jueves y de que exista Tchaikovski, hablábamos. Yo le contaba de mis guerras en la oficina, de mis danzas y finalmente le leía lo que dimos por llamar "cuentos por encargo". Cuentos por encargo no es otra cosa mas que un intento de ejercitar mi escritura. Ella elegía un tema, o bien me contaba alguna historia y yo debía escribirla, a veces me regalaba adjetivos y me sugería verbos. Purista del lenguaje mi amiga siempre tiene muchas palabras para prestar. Me gustaban los jueves, me siguen gustando, sigo escribiendo para ella y ella sigue peleando con Tchaikovski, ritualmente sigo vistiendo de rojo y cuando es posible me siento a tomar vino en la ventana para compartirlo con la cerveza que seguramente toma bajo alguno de los árboles que rodean su casa, yo pienso que ella me piensa y ella quizá haga lo mismo.Pero hoy es viernes (ayer vestí de rojo) y estoy iniciando estas cincuenta oportunidades de contarte algo de mi o de no contarte.
JD

sábado, 16 de enero de 2010

Tienes el mar


Tienes el mar
(adentro)
se te desborda por los ojos.
en mi piel
caminos de sal
al contacto de tus dedos.
Después de dunas
eres caracola
en mi oído
te revientas en olas.
Eres el mar
Yo sólo el pirata
Que vaga por tu cuerpo.
JD

viernes, 15 de enero de 2010

El hijo

Mi hijo imaginario de cinco años,
el que acuesto a dormir cada noche
el que nunca germinó en mi vientre
me hace preguntas complicadas.
Quiere saber de que esta hecho el sol
porque son blancas las nubes
a donde van las aves en invierno
quien pinta las flores de colores.
Ese. El que no existe,
el que solo brinca en mi cabeza
el que fue parido en mis delirios
quiere saber del mundo,
en el que yo lo invento.
JD

miércoles, 6 de enero de 2010

Los libros


Leer ha sido siempre una de mis pasiones, quizá una de las mas desenfrenadas. Empecé a leer por aburrimiento, mi tía era maestra de una escuela rural, me llevaba como oyente y entonces sin más ni mas empecé a leer. Después mi madre se encargó de fomentarme el hábito de la lectura y mi padre de comprarme libros, sin embargo creo que ninguno de los dos se imaginó lo que el conocimiento de las letras desencadenaría en mí. Con los años el leer se ha convertido a veces en mi refugio, a veces en un escudo y la mayoría de las veces el placer de más fácil acceso. Hace años, cuando estudiaba la preparatoria me propuse hacer una lista de los libros leídos, anotaba en tarjetitas el título, el autor, una pequeña reseña y un comentario principal, después conocí la computadora e inicié a hacerlo en formato electrónico y en poco tiempo abandoné el proyecto, quizá me di cuenta de que no tenía mucho sentido, quizá a esa edad tenia otras cosas que ocupaban mi mente. A todos lados donde voy siempre voy cargando mis libros, he cruzado el pacífico de ida y de regreso cargando mis cajas con libros y es común escucharme decir “no tengo nada que leer” mientras me paseo frente a mis repisas repletas de libros como lo haría cualquier mujer ante su closet. Entre más leo, menos “leida” me siento, hay tanto que otros han dicho, quizá por eso es un grato sufrimiento entrar a una librería o visitar alguna feria del libro, tengo que, como un adicto medirme para no comprar todo lo que quiero, finalmente esto de los libros electrónicos me ha ayudado aunque me esté dejando los ojos cada vez menos hábiles. No hay nada mejor entonces que dar o recibir un libro de regalo, cuando regalo un libro pienso mucho en la otra persona, en cómo y dónde leerá, que pensará y si le será útil para algo más que llenar el tiempo. Trato siempre de explicar el porqué lo elegí y si me es posible comentarlo. A partir de los últimos días de diciembre estos seres (los libros) han estado jugándome bromas raras, para empezar antes de salir de viaje elegí un libro como compañero y otro se me coló no se de que manera en la maleta, sin embargo se bajó de ella en un primera plus con destino a León, me dio mucha tristeza pues empezábamos a llevarnos bien pero además de todo era un libro prestado y me dio mucha pena comunicarle al dueño el extravío de su libro. Ahora estoy buscándolo por todas las librerías y además sin dinero, en fin. Lo bueno es que a pesar de que ni Santa Claus se acordó de mi, ni los Reyes Magos hicieron aparición, me regalaron tres libros en estas últimas semanas, uno todavía no lo conozco, pero ya le tengo lugar en mi librero, el de poesía anda conmigo para todos lados, pero el mejor de todos, es un libro al que aun sin conocerlo ya le tenía un aprecio especial, pues viene de una querida amiga y ese libro nos dio una rica tarde de café. “Gracias Raquel”. Así que con el frio que hace y llena de libros, el año pinta para muchas muchas tardes de letras y como dice el dicho, yo leo porque si no me aBURRO.

Dulces lecturas a todos.

JD

lunes, 4 de enero de 2010

La publicación


Una mañana mientras me disponía a ver la película “El lector” (muy apropiada para la situación) recibí una agitada llamada de mi madre para decirme: “Oye, que te publicaron en el periódico, cómpralo”. El silencio en mi teléfono me dio la señal de que había colgado y el silencio en mi cabeza me dio la señal de que “algo” había pasado. Traté de ver la película, pero me preguntaba: ¿Qué habrán publicado? ¿Por qué? Asi que veinte minutos después, mi compañera de película, al ver que no estaba quieta me dijo: “Vamos a comprar el periódico”. En tres minutos estaba frente al volante, cuando llegue a las oficinas me dijeron: ¿Cuántos ejemplares quiere? Mmm que difícil pregunta, pensé que quería regalar algunas copias, pero a quién, quien realmente valoraría lo que eso significa para mi, mmm una, dos, tres personas, además, ni siquiera sabia lo que habían publicado, así que saqué cuentas y dije: Cinco.
Me dieron los periódicos, pagué y me senté en el carro. Me vi. Había una foto mía, una biografía chiquita y tres textos míos. Los revisé rápidamente. Y me sentí satisfecha. Buen trabajo, me dije.
Publicaron mi nombre sin “E”, claro esa es una broma del editor, pero yo sé que soy yo y quienes me conocen también. Me siento contenta, siento que brinque una rayita mas. Adjunto lo que publicaron.
JD
JUSTINE ( con "E")


Ganas.

Ayer pensé que anteayer tenia ganas de hacer el amor.

Ayer pensé también que seguía teniendo ganas.

Sin embargo no lo hice, el amor, me refiero y pienso hoy que no se donde quedaron las ganas.

De acuerdo a las teorias uno no deja de buscar eso que quiere hasta que esta satisfecha la necesidad. Entonces tenia ganas pero no necesidad, digamoslo asi por recurrir a un teorema aristotélico, sin embargo es interesante eso de tener ganas o de no tenerlas, no sólo de hacer el amor, sino de otras cosas, de quedarse en la cama, de leer un libro, de comprarse un dulce, de no pensar en nada.

Yo casi siempre tengo ganas de algo.
A veces de las cosas más simples.

Hoy tengo ganas por ejemplo de no hacer nada, de quedarme leyendo en la cama, de no quitarme la pijama. Eso me lleva a pensar en eso que escribiste de lo importante y lo necesario, pero de eso te platico otro dia.

Leo a Octavio Paz, es el hombre que me acompaña este fin de semana. Su poesia no me suelta, quizá por eso no quiero salir de la cama, quizas por eso ya no tengo ganas de hacer el amor, sino ganas de quedarme sólo con él en la cama.

JD


Cuando tu me amas


Cuando tu me amas
Y penetras mas allá de mis pupilas
Tocando por debajo de mi piel
Amas también a todas las mujeres que soy
A las que estuvieron antes de mi
Y todas las latentes posibilidades de lo que soy.
Por eso me llamas Teresa, Consuelo, Matilda.
Porque incluso tu descubes en mis ojos y en mi piel
A las mujeres que te amaron y a las que aun deseas.
Perturba tu conciencia y pronuncias mi nombre
Para asirte a lo único que en ese momento,
Ambos conocemos como cierto: mi nombre.




Tres horas al dia.

Pensarte tres horas al dia es una buena medida
es apenas el tiempo necesario para jugar con mi lengua en la barbilla
que procede de tu boca, que antecede a tu cuello.
Ciento ochenta minutos me alcanzan perfectamente
para enloquecerme por ti y no volverme loco.
Medida exacta que permite no olvidar
los lunares que has dejado como migas
en el sendero de tu cuerpo.
Distribuyo el tiempo tuyo a lo largo del dia
quiero decir que
te pienso un ojo en la mañana
una mano a medio dia
por la tarde una rodilla.
Porque sé
que si no midiese el tiempo
que tu paseas por mi cabeza
con exacta precisión;
entonces
podria pasarme los dias
recorriendote de orilla a orilla
y por las noches
me perderia imaginando
el sonido de tu pelo
enredado entre mis dedos.
Por eso y nada mas por eso
tres horas te pienso.
JD