jueves, 16 de agosto de 2018

Abril. La Carne



Camino toda la ciudad para encontrarte, recorro mis prejuicios, uno a uno para acercarme a tu piel, me escondo los miedos en las corvas y extiendo los dedos para tocarte.
Lucia, tengo miedo de no poder detenerme.
Estar así, desnuda… contigo… convertirnos en esta mezcla atómica que pronto explotará y nos llevará al caos, tomarnos de la mano y contar:
uno, dos, tres y brincar, al abismo, al encuentro, a la incertidumbre, al orgasmo…
Unidas las bocas desaparecemos, somos: lo que no tiene bordes, membranas, ojos.
Lo que no tiene afuera, vida, horarios, botas para la lluvia, citas médicas, filas por hacer en el banco.
Que poco parece todo después de ese instante, después de la sonrisa placida de habernos encontrado.
La desolación tiene entonces un nombre: Lucia
Y yo, inicio atrás de tus pasos, el adictivo ciclo del deseo…
JD

jueves, 2 de agosto de 2018

Marzo. La con-tensión



Encontrarnos Lucia, sólo eso, como una medicina para esta ansiedad que genera tu nombre, como un paliativo.
Entre la gente, rodeadas de los otros, como contención.
Tememos el desborde, pero amamos la orilla, la seducción suicida, la posibilidad latente.
Acostadas sobre el pasto y bajo la noche, escucho tu voz susurrar las siete letras que me forman, guardo esa vibración en la memoria de mi cuerpo. A cinco centímetros de ti, percibo tu olor, tu respiración e imagino la humedad entre tus piernas. Quiero tocarte, quiero que quieras tocarme, quiero desaparecer al mundo y quedarme solo con tus bocas, tus pliegues, tus dedos, tus planicies y protuberancias… Te me enredas en el pelo, me olfateas primitivamente, me muestras los dientes y la lengua, sincronizas tu respiración con la mía y entonces lo confirmo....

Ya no nos queda otra opción, habrá que cruzar la frontera de la piel…  

JD