Hay una araña amarilla y gorda tejiendo su mansión entre el techo y el pasamanos de mi
balcón. Yo no quiero matarla, me da pena y no ganaría nada. Desde el miércoles
pasado trabaja arduamente en su telaraña mientras yo trabajo sin esmero en un
poema que no se deja escribir.
Soy como una araña, porque tengo una red y tejo historias.
Me da miedo caer, llegar al piso de golpe, romperme. Mi red me sostiene, me
empuja de regreso cuando voy de bajadita y a cada paso la voy haciendo mas
fuerte, mas grande. Tejo historias
porque es la manera mas fácil de explicarse y no romperse y también a veces,
tejo historias solo para entretenerme, para ser feliz. Porque en este mundo tan
rápido, tan lleno, tan ruidoso, no caben los unicornios, ni las mujeres que aman con cada papila
gustativa, aquí en esta selva de cemento no hay mosquitos suficientes para las
plantas carnívoras, ni tiempo disponible para compartir un silencio o la
oscuridad necesaria para ver las
estrellas. Afortunadamente todo eso cabe en una cuartilla escrita en arial
numero doce y eso, muchas veces, sostiene mas, que el piso laminado de un
departamento.
Si mato a la araña amarilla, seria como suicidarme, porque
se lo que cuesta sostenerse y tejer cada día, temiendo siempre romperse en
manos de alguien mas.
JD
3 comentarios:
...me enseñaste el significado de "tejer" gracias por esa sutileza y dulzura...
Un abrazo, "tejido" para ti...
Un abrazo, "tejido" para ti...
Publicar un comentario