Lo difícil no es dejar todo atrás, uno puede
cerrar los ojos, las piernas y hacer como su nada hubiera pasado.
Ser un maniquí, sonreír a los transeúntes y
tratar de lucir bien. Finalmente los corazones rotos no se notan y dos piezas
buenas de ropa bastan para presentarse en público.
Lo difícil es en realidad la continuidad.
Continuar la vida, continuar los días,
seguir poniéndose los zapatos, comer sin hambre, dormir porque es necesario, funcionar porque es lo esperado.
En realidad, lo
difícil es reinventarse, fluir otra vez, caminar con lo que haya quedado en la
mochila, pero caminar… solos, descubrirnos vacíos, de ese otro, que ciertamente, ya no está.
JD
5 comentarios:
una y otra vez y otra vez y otra vez...
Como siempre...Gracias....
Lo fácil es aparentar y siempre responder estoy bien.
y aveces, no sirve de mucho....
No sirve de nada, tú acertadamente escribiste:Ser un maniquí, sonreír a los transeúntes y tratar de lucir bien.
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