domingo, 21 de julio de 2013
Atardecer
Traer la tarde, traerla de tu mano, llenarnos del rojo y del violeta, ver morir el sol en un instante.
A tarde… o temprano íbamos a encontrarnos, a quedarnos en calma después de tanto andarnos rondando, asomando, acercando.
Atar de…. manos , de piernas, de miradas conocidas e inventadas, de bocas que no se reconocen sino en la humedad de la otra.
Ah tarde! … aquella en que viniste, no en fuga sino a un encuentro, un encuentro planeado antes de ti, de mi, de tus dudas y mis vuelos.
Tarde ser… y quedarse, porque la euforia de la aurora ha pasado, porque la noche viene y esta no existe si no está tu piel desnuda bajo mis manos.
Atar de ser… de tu ser y del mío… de ser las caleidoscópicas posibilidades a las que la vida nos enfrenta… de ser un somos que no necesita ataduras.
JD
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