sábado, 23 de febrero de 2013

Tinísima


...."cada uno le habia dado un sonido nuevo, un tiempo distinto, su espíritu, su estatura, cada uno habia caminado sobre las olas hacia ella; ella, su cabeza sobre el pecho en turno. No quiso saber cuál seria el porvenir, ese desconocimiento era su forma de libertad, ¡qué libertad abrazarlo, hacer que hundiera en su vientre el tamaño de su pene! Ellos querian seducirla para siempre, hacían proyectos, ella no, “te quiero para mi”, decian; en ella, ningun deseo de exclusividad.
Retener, poseer, creer que se es para poseer le era tan ajeno como la economía doméstica y, hasta la fecha, no se daba cuenta que su forma de irse los enloquecía; seguramente lo mismo le sucedía a los hombres, cada amante era un nuevo descubrimiento para si mismos a través de la estrechura de su vagina, la intuición tras de su frente, el atroz o brutal o soberbio misterio en sus ojos, la inconmensurable maravilla del cerebro humano posado allí sobre la almohada"...


Elena Poniatowska

viernes, 22 de febrero de 2013

Ver...



“Lo primero que supe de ti fueron tus ojos” Adriana Ruiz Durán



Dijo el optometrista que tenia que usar lentes, que vería mejor y protegería mis ojos….

Últimamente todo tiene que ver con el acto de ver…

Asistí a una obra de teatro para ciegos, fue impresionante, nunca había “sentido” la dramaturgia tan intensamente” pero aun mejor que eso, como parte de la sensibilización nos vendaron los ojos e hicimos un recorrido a pie como invidentes; yo sentí miedo y en dos o tres momentos terror. Después de andar ciega por las banquetas, de sentirme insegura, aturdida por los sonidos que a ojos abiertos me parecen comunes, de chocar con dos postes y de ir tocando las paredes para no caerme; cuando me quitaron la venda, valoré tanto mis ojos, que hoy por el sólo hecho de tenerlos, me siento bendecida.

Una mirada es otra cosa totalmente distinta, yo me confieso enamorada del recuerdo de una mirada que chocó con la mía por periodo de unos minutos hace mas de cinco años. No recuerdo ni su cara, ni su cuerpo, ni sus ojos, pero su mirada sigue grabada en mi memoria.

El brillo en los ojos es también determinante; recuerdo bien esa noche en la que mis ojos brillaron al encontrarse en otros ojos, inmediatamente mi imagen estaba en sus pupilas y al mismo tiempo el resto del mundo desaparecía. Solo había ojos convertidos en chispas luminosas reflejándose.

Triste es tener ojos y no ver nada, ver fraccionariamente o engañarse a ojos abiertos, conozco un caso tan grave en el que incluso la ceguera es colectiva, compartida y constante. Triste…. Hay tanto que ver en la vida como para autoengañarse.

Yo por ahora, cuido mis ojos, uso mis lentes como dijo el médico, pero mas que eso, cuido mi mirada, lo que toco con mis ojos, las ventanitas mágicas con que percibo el mundo.

Abro los ojos, quiero verlo todo, la luz y la sombra, quiero ver a los otros, quiero verme a mi misma con todos mis colores. Abrir los ojos para mantenerme alerta, receptiva, atenta… para al final, encontrar aquella mirada que me cierre los ojos con un beso.

Asómate, ya casi te veo…

JD

Freeky


Metódica, analítica, objetiva… sensible, apasionada, sin límites…

Mi constante es poner todo en orden, la música, los libros, los estantes de la alacena, las cosas que escribo, los souvenirs de mis viajes, acomodar los cojines de los sillones, que todo combine perfectamente, las tapas de los topers, los productos en el baño, la bolsa y los zapatos, la pijama, separar en carpetas documentos académicos, documentos sobre cuentas bancarias, documentos literarios, documentos que debo leer, documentos que son importantes. Llevar una agenda, en el teléfono, en papel, tener un calendario y marcarlo, con fechas importantes, fechas que no debo olvidar, fechas de citas y compromisos. Hacer listas, listas del super, de cosas que debo hacer antes de morir, de libros, de lugares, de frases, de palabras, de cosas que me gustan, de personas importantes, de películas, de autores, de música. Llevar un presupuesto, ahorrar al menos el 10 % de mis ingresos mensuales, pagar puntualmente, guardar los recibos, revisar los estados de cuenta, hacer mi planeación financiera.

Organizar el tiempo, aprovecharlo, si vas en el carro escuchar la música que debes ordenar o practicar el ingles o el portugués, si hay que esperar llevar un libro, leer en el celular si es necesario, hablarle a una amiga a la que no has visto desde hace tiempo, exprimir el tiempo…

Pensar, analizar, darle vueltas a cualquier cosa, buscar alternativas, crear los diferentes escenarios, pros y contras, respirar hondo, darle la vuelta a las cosas, verlas por todos lados… finalmente: decidirse…

Y entonces soltar amarras, abrir los ojos, abrir las manos, vivirlo todo, intensamente, llorarlo todo, amarlo todo, aprenderlo todo, no quedarse con nada en la mochila, aventarse al abismo de una mirada, desaparecer completamente en unos brazos, decir que tengo ganas o que no las tengo, dar patadas, brinquitos, quedarme quieta, inmóvil, morirme en un instante, en un atardecer, detenerme a seguir el trayecto de una nube, rozar con los dedos el pistilo de las flores, robarme el aroma de un cuello, tatuar en mis dedos la textura de una piel, seguir la mágica ruta de los lunares de una espalda….
Vivirle, vivirme…
hasta desfallecer…

JD

lunes, 11 de febrero de 2013

Manoseando la idea del amor



• El amor te libera y te contiene. Te libera porque te hace mejor, querer ser mejor, estar atento, dar y darte.


• Te he dicho lo que siento, no para convencerte sino para que sepas que respetaré tu decisión, pero no condiciono mi amor a la elección que hagas y eso: me libera.

• Amar contiene, me hace conciente de mi, del otro. Me concentro, me sensibilizo.

• Amar es abrir una puerta: conocer tu vulnerabilidad y que eso sea sólo la materia para amarte mejor.

• Amar es sincronía, mas no simbiosis.

• El amor no se piensa mucho, se siente; manoseamos la idea solamente. El amor es una certeza fulminante.

• En el amor, no hay dudas.

JD

viernes, 8 de febrero de 2013

The Ballad of the Sad Cafe



“First of all, love is a joint experience between two persons — but the fact that it is a joint experience does not mean that it is a similar experience to the two people involved. There are the lover and the beloved, but these two come from different countries. Often the beloved is only a stimulus for all the stored-up love which had lain quiet within the lover for a long time hitherto. And somehow every lover knows this. He feels in his soul that his love is a solitary thing. He comes to know a new, strange loneliness and it is this knowledge which makes him suffer. So there is only one thing for the lover to do. He must house his love within himself as best he can; he must create for himself a whole new inward world — a world intense and strange, complete in himself. Let it be added here that this lover about whom we speak need not necessarily be a young man saving for a wedding ring — this lover can be man, woman, child, or indeed any human creature on this earth. Now, the beloved can also be of any description. The most outlandish people can be the stimulus for love.

Yes, and the lover may see this as clearly as anyone else — but that does not affect the evolution of his love one whit. A most mediocre person can be the object of a love which is wild, extravagant, and beautiful as the poison lilies of the swamp.

Therefore, the value and quality of any love is determined solely by the lover himself.

It is for this reason that most of us would rather love than be loved. Almost everyone wants to be the lover. And the curt truth is that, in a deep secret way, the state of being beloved is intolerable to many. The beloved fears and hates the lover, and with the best of reasons. For the lover is forever trying to strip bare his beloved. The lover craves any possible relation with the beloved, even if this experience can cause him only pain.”

Mc Cullers