Mi madre no es sólo mi madre, también lo es de mi hermana y es para cada una de nosotras una persona totalmente distinta, pero más que eso mi madre es una mujer, que vive, siente y entiende desde su propia esquina. Mi madre no es mi amiga es mucho más que eso: es mi mamá, por eso es mi primer referente femenino, mi apoyo incondicional, el rezo más fuerte, el abrazo más reconfortante, mi cómplice, mi porra más animada, el regaño más sentido, las palabras más fuertes, pero sobre todo, las alas más grandes. Ella me ha dejado ser (lo que sea que soy) aún a pesar y en contra de ella, me ha dejado caer y me ha dado razones para levantarme, me ha dado su opinión sin interferir en mis decisiones, me ha visto llorar hasta desgañitarme sin jamás decirme “te lo dije”, ella entiende que tengo que ir por la vida con mis propios pasos, por eso entiendo que me ama no solo porque soy su hija (eso puede hacerlo cualquiera), sino por la mujer en que me he convertido, me respeta y eso hace mas fuerte nuestro vínculo. Hemos pasado juntas muchas cosas, me enseñó a usar los cubiertos correctamente, a no llorar en la puerta del jardín de niños, a decir con permiso, por favor y gracias, a atarme las cuerdas de los zapatos, a entrar a una fiesta infantil sola, a pedir un corte de cabello en la estética, a andar en tacones altos, a rechazar un ramo de flores, a hacerme cargo de mi misma, a pedir disculpas, pero sobretodo a ser quien soy. Gracias ma!!!
Te amo.
Atentamente: Mafalda, arañita, bananita, Jus, osea yo….
Te amo.
Atentamente: Mafalda, arañita, bananita, Jus, osea yo….
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