Las sirenas desaparecen.
Me devuelven los jueves que olvidé el año pasado.
Se me esconden los poemas.
A la niña le gustan las estrellas.
Rezo.
He olvidado las banquetas, Horacio me lleva.
Camino y sonreímos.
Aprendo palabras nuevas, pero no escribo.
Ya no hay más alevosías, todo es claro, directo.
Los orgasmos son silenciosos.
A los domingos les caben cien horas.
Ya no hay constantes en mi vida.
Voy al teatro.
Regreso al mar, que no es el mío.
Tejo historias, remiendo heridas.
Bebo vino de tu boca.
Nadie compra carros.
Tengo fuego en las manos.
Nacen flores de las puertas.
Me asusto.
La luz me roba tus miradas.
Confieso mis secretos.
Un niño descubre la espuma del mar.
Leo bajo la luna. (sin ti)
Lila Downs dice “perhaps, perhaps, quizas”
Voy a la laguna y te amo otra vez.
Un perro muere en la avenida.
Tomo agua de coco
Sigo deseándote
Fumo con Borges en la cama
Sigo caminando…
jueves, 3 de febrero de 2011
Días
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2 comentarios:
Colima te recibe... el agua de coco y la tuba... me gustó que dentro de este paraje selvático, las sirenas te quiten el sueño...
¿Existirá algun lugar en el que las sirenas no quiten el sueño?
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