A mi me parecen tristes los elefantes.
Mueven la cola y las orejas, se espantan las moscas.
Buscan con la trompa algo y lo comen.
Esa trompa que es otro brazo, que es nariz y es boca.
A mi me dan tristeza los elefantes, en sus ojos me parece que lloran, que anhelan, que esperan.
No odio los circos, pero no me gustan.
Los elefantes no nacieron para andar jugando a la pelota.
Imagino que extrañan aventarse lodo, caminar largas distancias en manada.
Que deprimente debe ser venir de una familia grande, con vecinos animales y amanecer un dia sólo en una jaula, amarrado de la pata.
Si pudiera abrazaría a un elefante y le mentiría a la orejota diciendole que pronto regresará a su casa, que todos preguntan por él y que le han guardado las mejores ramas de un érbol.
Pero no puedo, asi que sólo me pongo triste por ellos y pienso en sus ojos.
JD
2 comentarios:
Muy bueno, me hace pensar melancólicamente en los elefantes, saludos!
Gracias!
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