Desde afuera el poema habla de las distancias, de los límites, de
las sutiles fronteras.
Desde adentro de los apegos, las soledades.
Y yo vertiginosamente me enredo en preguntas espirales.
¿En base a qué, uno establece esas líneas
imaginarias que nos unen o nos separan de los otros?
¿Cuándo se vuelve uno permeable, invasivo?
¿Nos conectamos o nos encerramos en un círculo
con el otro, con los otros?
¿Pertenecemos (a qué), permanecemos (hasta cuándo)?
Esta isla que somos, busca otras para ampliar
el territorio, para aumentarse, pero, esta unión implica un impacto, una
pérdida de orillas. Sin buscarlo, algunas veces somos impactados sorpresivamente
y hay que hacer frente, fortalecer la frontera o rendirse a la invasión.
Nunca más sola que acompañada de ausencia,
nunca más completa que en solitario,
nunca más ausente que separada de ti.
JD