Es triste que existan números telefónicos, a los que ya no puedes llamar para decir tomemos un café y eso que ha aumentado la producción de café en el mundo, es más triste aún, si consideramos que ahora hay tantas opciones para hacer una llamada, mucho más rápidas y económicas. ¿Por qué no llamar y decir, tomemos un café? No se requiere de mucho. Un punto en común, dos o tres galletas para animar la mesa y dos voces al menos, dispuestas a escucharse. Pero no puedes llamar aunque los números sean los mismos y estén en el mismo orden de siempre, factor que en este caso alteraría todo el resultado. La imposibilidad derivada de factores geográficos, temporales, situacionales o emocionales, nos pone tristes.
La negación
anticipada de un momento deseado.
El duelo del
futuro.
JD