miércoles, 17 de octubre de 2012

Ritorna...


Regresar no es retroceder…

Es necesario a veces regresar al centro, a la base, a ese lugar físico o emocional en el que tenemos la paz para pensar, la calma para respirar, el espacio para sentarnos y descansar después de un torbellino.

Regresar es a veces la pausa necesaria, para darnos cuenta de donde fue donde perdimos la ruta, detenernos en un lugar seguro para retomar fuerza, sanar las heridas y seguir caminando.

Es como cuando vas a la cocina, abres el refrigerador y no recuerdas que es lo que buscabas o donde dejaste lo que tenias en las manos.

Regresar entonces es, algunas veces, regresar al punto de partida, ese en el que sabias exactamente lo que querías y como lo querías, es encontrarte nuevamente, quitarte las cargas y comenzar otra vez, pero esta vez, con el aprendizaje resultante de errar en la ruta.

Ritorna…



JD

Escribir


Escribir todos los días, escribir la lista de pendientes, algún domicilio, las compras por hacer, las notas en alguna reunión. Escribir siempre. Yo escribo porque es a veces la única manera de sacar a pasear a los demonios, enseñarles el camino, cansarlos y meterlos a dormir un rato más.

Escribo porque algunas veces los dedos dicen más que la boca.

Por eso te toco la piel…

JD



Despertar


Dijo que el café estaba listo, que era lunes, que tenia que saltar de la cama.

Dije que cinco minutos,

Dijo que no, que el café estaba listo, que era tarde y la calle se llenaría de autos.

Dije que cinco minutos, que hacía frío, que el disfraz no me quedaba hoy, que quería quedarme así, desnuda, dormida.

Dijo que el sol salía todas las mañanas.

Dije que a veces el sol se cubría de nubes, que se arropaba en ellas y no era visible.

Dijo que eso era un espejismo, que el sol sale, lo veas o no. Dijo que yo era un sol pequeño y dormilón, pero que era tarde y que el café estaba listo.

(solté las nubes y brinqué de la cama)



JD