Aquí voy otra vez… Errante… Siguiendo y buscando, tratando de encontrarme, de encontrarnos. ¿En qué momento terminará este andar atinadamente desatinado en nuestras rutas? ¿Será que como dice el poema “ …sólo en el otro mundo del sueño te consigo…” ?
Necedad humana, cada día me sorprendo mas de nosotros mismos.
Pero sigo, (aún con la sorpresa), camino por estas calles de inmuebles abandonados, tristes, vacios, mugrosos, llenos de cacharros, casas con ventanas rotas, puertas caídas y plantas que aprovechan para habitar cualquier espacio de tierra disponible y llenar este vacío de flores. ¡Cómo llueve! La gente se empuja, se esconde bajo los pequeños techos disponibles, entonces surge al instante una marea de paraguas coloridos por las banquetas. Yo me mojo y en rebeldía levanto la cara y saco la lengua para beberme las gotas… agua… agua clara… agua de nube… mójame ahora que me siento árida…
Pasos firmes. Gracias por la foto Emilia.
JD