domingo, 29 de noviembre de 2009

Cincuenta.


Cincuenta dias, cincuenta textos.

Le dije al iniciar el ejercicio que serian cincuenta oportunidades de contarle algo de mi o de no contarle. Hoy mientras hago la revisión de los textos me doy cuenta de que en realidad lo que envie en letras fueron cincuenta Justines en forma de palabras.
Día a día me fui descubriendo un velo, quitandome una escama, sumándome una pluma.
"Escribir es un oficio", asi que ESCRIBE -me dijo muy serio- y yo obededí (si como inmaculada).
Escribí tranquila, cansada, eufórica, desvelada, enamorada, enojada, abandonada, amada, sola y acompañada, escribí, escribí, escribí.
No sé aún si logré cubrir las expectativas, pero descubrí que escribo por una imperante necesidad de decirme cosas, ya no me interesa ser leida, no escribo para ello, escribo para entenderme, para encontrarme y para seguirte buscando.

JD

sábado, 28 de noviembre de 2009

Boca



Mis manos se posaron en tus manos, mis ojos en la hendidura doble que hay en tu cara, ahi donde deberían estar tus ojos y solo tienes gotas de agua contenida, acerqué mis labios a tu boca, esas dos lineas delgadas donde escondes vientos en forma de palabras. Huracanes que destierran mis ideas, que sacuden mis malas hierbas, mis tristes pretextos.

JD

viernes, 27 de noviembre de 2009

Los elefantes


A mi me parecen tristes los elefantes.

Mueven la cola y las orejas, se espantan las moscas.

Buscan con la trompa algo y lo comen.

Esa trompa que es otro brazo, que es nariz y es boca.

A mi me dan tristeza los elefantes, en sus ojos me parece que lloran, que anhelan, que esperan.

No odio los circos, pero no me gustan.

Los elefantes no nacieron para andar jugando a la pelota.

Imagino que extrañan aventarse lodo, caminar largas distancias en manada.

Que deprimente debe ser venir de una familia grande, con vecinos animales y amanecer un dia sólo en una jaula, amarrado de la pata.

Si pudiera abrazaría a un elefante y le mentiría a la orejota diciendole que pronto regresará a su casa, que todos preguntan por él y que le han guardado las mejores ramas de un érbol.

Pero no puedo, asi que sólo me pongo triste por ellos y pienso en sus ojos.

JD

martes, 24 de noviembre de 2009

Cosas


La gente se llena de cosas, de libros que se llenan de polvo, de discos que nunca se escuchan ni por asomo no vaya a ser que se rayen, de ropa que nunca usan, de otras gentes que nunca ven, con la que nunca hablan, de la que no saben nada más alla del nombre y todavia los llaman: amigos. La gente no sabe estar sola, por eso atesora, guarda, arrumba en bolsas, en cajas en el closet, en porta zapatos, porta maletas, portatrajes, que importa que no se vean, que no se usen, que no se gocen. Lo que importa es tenerlos, saberlos, poseerlos. Mio, mio, mio. Eso es mio y también aquello y lo de mas allá será mio y también quiero que lo tuyo sea mio, aunque no me sirva. Irónicamente, al final del dia, la gente no tiene nada. La gente sigue sientiéndose vacia, sola. Los zapatos siguen guardados, los discos en silencio, los libros empolvados. A la gente no le importan. Pronto guardarán mas cosas y eso es lo realmente importante.
JD

viernes, 20 de noviembre de 2009

Alas por escamas


Amanece,

no abro los ojos

el aire huele pino

sabe a verde.

Me incorporo al día

creo que es domingo,

de mi cuerpo desaparecieron las dunas

me he poblado de montes y valles.

Hace frio,

mi piel ya no sabe a sal.

Me duele el cuerpo

debe ser la metamorfosis.

Mis pies tocan la tierra

desaparecieron mis aletas

y en mi espalda

pequeñas plumas se asoman.

He perdido mis escamas.

JD

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Te escribí un poema


Te escribí un poema

pero no te preocupes

nadie se dará cuenta

de lo mucho que nos quisimos.

No confesé por ejemplo

de la noche en que te vestiste de luna

ni tampoco de aquel día cuando

tu sabes...

nos faltaron horas.

Ni por asomo dije

que me conoces mas

que a la palma de tu mano

ni que yo sé que tu espalda es suave

y blanca y la diana en la que siempre

aterrizan mis humedos besos como dardos.

No pienses que en mis versos

escondí el lunar de tu brazo

o la cicatriz de tu rodilla

o las muchas horas

en que me tienes rendida.

Yo solo te escribí un poema,

pero no te preocupes

solo dije que sintigo

todo se convierte en nada.

JD